En lo que va del año, en Yucatán se registra un brote de hepatitis vírica C, con un aumento de 12.5 veces con respecto al mismo período de 2022, y actualmente se ubica entre las 10 entidades de mayor incidencia en el país, reveló la Secretaría de Salud Federal.
Desafortunadamente, el 75 por ciento de quienes son portadoras de este virus lo desconoce, de ahí el motivo de su rápida propagación.
Las enfermedades crónicas por el virus de la hepatitis C (VHC) como insuficiencia hepática, cirrosis o cáncer hepático representan un problema epidemiológico importante en el país, y Yucatán no es la excepción.
Por lo anterior, la detección, atención y el tratamiento oportuno, los cuales son gratuitos en cualquier institución pública, tienen impacto positivo en la preservación de la salud.
En lo que va del año, en el país ya se detectaron 733 casos, con un aumento del 45.72 por ciento con respecto al mismo período de 2022, cuya suma fue de 503 infectados.
Mientras que en Yucatán hay 25 contagiados, con un incremento de mil 150 por ciento, dado que en el mismo lapso del año anterior apenas habían dos casos.
Actualmente, se ubica en el décimo lugar de la tabla nacional de incidencia, con el 3.41 por ciento del total de casos, mientras que Quintana Roo está en el peldaño 14, con 18 positivos, el 2.46 por ciento, mientras que en Campeche sólo hay dos, el 0.27 porcentual.
De acuerdo con la SS, el Programa Nacional de Eliminación de la hepatitis C incluye acceso universal y gratuito a pruebas de detección y medicamentos; atención primaria a la salud; capacitación de personal: difusión de información hacia la población sobre esta enfermedad y sistema de registro.
Desde el inicio del programa y hasta el momento, se han registrado en la plataforma del programa 836 mil 836 detecciones de hepatitis C, de las cuales 27 mil 015 están reactivas y 23 mil 565 tienen carga viral. De esta forma se detectaron 15 mil 579 personas con la infección.
el tamizaje se realiza en las unidades de salud del país y solo toma unos minutos; en caso de que el resultado sea positivo, se confirma con una prueba de PCR para así acceder al tratamiento, que es efectivo en 98 por ciento de los casos.
El éxito del tratamiento resulta del apego adecuado por parte de las personas; y el medicamento no causa efectos secundarios durante las semanas que se administra.
En la mayoría de las personas los síntomas no se presentan al inicio de la infección; esto ocasiona que pase inadvertida durante décadas y se manifieste hasta que existe daño en el hígado, por lo que es indispensable que las personas se realicen pruebas de detección.
Algunas prácticas que aumentan la posibilidad de transmisión son la utilización de materiales no esterilizados en la realización de tatuajes, perforaciones y procedimientos médicos en establecimientos sin certificado sanitario; uso de agujas, equipo o dispositivos por más de dos personas consumidoras de sustancias psicoactivas inyectables e intranasales; prácticas sexuales en las que exista contacto con sangre sin uso de condón, entre otras.
Las enfermedades del hígado en general se ubican entre la cuarta y sexta causa de mortalidad. Las más comunes son el abuso en el consumo de alcohol, con 39 por ciento de los casos; hepatitis C, 38 por ciento; y hepatitis B, cuatro por ciento.