En busca de una posible absolución, las integrantes del Frente por los Derechos de las Mujeres en Yucatán denunciaron la falta de perspectiva de género para juzgar el caso de Itzel Loría Poot, mujer indígena que recibió una condena de 30 años por el asesinato de su pareja en defensa propia, en marzo de 2021.
El 20 de septiembre del 2023, el Tribunal Colegiado Segundo de Enjuiciamiento del Quinto Distrito Judicial del Sistema de Justicia Penal Acusatorio y Oral del estado, con sede en Valladolid, sentenció a Loría Poot por el homicidio de su entonces compañero sentimental a 30 años y dos meses de prisión, así como el pago por reparación del daño emergente por más de un millón 797 mil pesos.
“No obstante, en la revisión que hicimos del caso como Frente por los Derechos de las Mujeres en Yucatán, colectiva de académicas y activistas especialistas en temas de género y derechos humanos de las mujeres, concluimos que esa sentencia es injusta, revictimizante”, indicó la doctora en Ciencias Sociales, con especialidad en el área de Mujer y Relaciones de Género, Rocío Quintal López, en rueda de prensa, efectuada este día, en conocido restaurante del centro de la ciudad.
“Se debe juzgar con perspectiva de género, ya que es la única manera de garantizar a las personas, especialmente a las mujeres y niñas, el acceso a la justicia de manera efectiva e igualitaria, por ello su aplicación no es opcional para los juzgadores. La perspectiva de género debe ser aplicada en todos los casos, aún y cuando las partes involucradas no lo pidan expresamente en sus alegaciones, basta que la persona juzgadora advierta que puede existir una situación de violencia o vulnerabilidad originada por el género, que pueda obstaculizar la impartición de justicia de manera completa y en condiciones de igualdad”, agregó.
En el Frente y los familiares de la acusada han solicitado considerar la larga historia de violencia y el síndrome de mujer maltratada que presentaba la vallisoletana, madre de dos varones de 14 y nueve años, así como una pequeña de cuatro.
“Itzel al ser juzgada tenía cuatro condiciones que son las peores en México para ser sujeto de discriminación: ser mujer, ser pobre, indígena y blanco de una violencia de género sistemática”, dijo.
Con su primera pareja, con el cual procreó a sus dos primeros hijos, Loría Poot comenzó a ser víctima de violencia, recibió cachetadas y golpes, aún estando embarazada, hasta incluso tener amenazas de aborto y sexo forzado, hasta que finalmente se separó de él.
Después de un tiempo de soltera, la joven yucateca conoció al hombre que fue su pareja por dos años, con quien tuvo a su hija más pequeña y cometió el homicidio, tras una historia de vejaciones psicológicas, físicas, celos, insultos, amenazas de muerte, coacción para ingerir alcohol y drogas, violaciones y asfixiamientos.
“El Frente por los Derechos de las Mujeres en Yucatán considera que la apelación interpuesta en contra de la sentencia condenatoria para Itzel debe resolverse reconociendo la violencia sistémica familiar e institucional que ha vivido y que se encuentra acreditada mediante prueba plena, a través del dictamen pericial en materia de psicología realizado a la joven”, expresó ante los padres de la sentenciada, María Poot Poot y Humberto Loría Cupul.
Quintal López dio a conocer que están a la espera de recibir una notificación a la apelación que emitieron y que esperan no se prolongue demasiado.
“Exigimos justicia para Itzel, confíamos que va a cambiar el sentido de la sentencia, nuestro objetivo es que sea absuelta, la reducción de la condena puede considerarse en el peor de los casos, pero realmente aplicando la perspectiva de género debe ser absuelta”, concluyó.
