Francisco José Parra Lara
Doctor en Derechos Humanos por la Universidad de Guanajuato
Candidato a Investigador por el SNI del CONACYT
Han pasado más de veintitrés años desde la elección del año dos mil, en la cual fueron electos Vicente Fox Quesada, como presidente de la República y Andrés Manuel López Obrador (AMLO) como jefe de gobierno del entonces llamado Distrito Federal. Más de dos décadas desde de que el actual mandatario federal festejó su decisivo triunfo para su carrera política, hoy de todos conocida.
Fue precisamente en la cena que AMLO dio con motivo de dicho triunfo electoral, convivencia a la que no muchas personas tuvieron la posibilidad de acceder, que fue tomada la fotografía que hace un par de semanas empezó a circular entre la gente de Yucatán y que retrata, sonrientes, al actual presidente de la República, al alcalde de Mérida con licencia, Renán Barrera Concha (Renán) y a su hermano Jorge. Y no solo circuló esa fotografía, sino que a la par se comentó que la misma tuvo como origen la invitación que AMLO hiciera a don Jorge, padre de Renán, a raíz de la amistad que uniría a ambos desde mediados de la década de mil novecientos noventa. La década cuando el tabasqueño empezó a figurar políticamente en el plano nacional.
Y como dicen que en política nada sucede por coincidencia, es que tal placa fotografía nos permitiría presumir que AMLO mantendría cierto aprecio por la familia de don Jorge Barrera, incluido el más serio contrincante de Morena para la gubernatura de Yucatán en los comicios del año próximo. ¿Se sobredimensiona la imagen capturada hace más de veinte años? Su engarce con los siguientes encuentros entre AMLO y Renán nos aclararía la duda:
● 1.- El caso más complicado como polémico en que se vio envuelto Renán en su desempeño durante sus tres administraciones como alcalde de Mérida, la muerte del joven José Eduardo Ravelo Echavarría, fue considerado por varias personas como la oportunidad perfecta para que el presidente AMLO “bajara” totalmente a Renán de la carrera por la gubernatura de Yucatán en el dos mil veinticuatro. No obstante, tanta atención y presión mediática no lograron convencer a AMLO para que, públicamente, arremetiera denodadamente contra tan importante funcionario del Partido Acción Nacional (PAN) en el estado, como aquel lo ha hecho respecto a otros adversarios políticos, pues la intervención del mandatario federal se dirigió hacia encauzar el asunto a lo legal y así darle intervención a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y a la Fiscalía General de la República (FGR), la cual determinó que dicho joven habría muerto por neumonía no relacionada con algún traumatismo recibido durante su detención, tal y como se entiende en esta conclusión: “En definitiva, la investigación de los hechos confirmó que no existió tortura, ni violación sexual, por parte de los elementos aprehensores de la policía municipal”. Resolución que dicha Fiscalía tomó a escasos dos meses y medio de que tuvo conocimiento del caso.
2.- En el mes de enero de dos mil veintidós, durante la habitual conferencia de prensa matutina del presidente, un reportero habría “acusado” a Renán de que tiene una denuncia ante la FGR por el desvío de 18 millones de pesos y por enriquecimiento ilícito. AMLO, si bien alentó que se pusieran las denuncias correspondientes, haciéndole notar el reportero que ya había una interpuesta, y dio instrucciones para que se hicieran las gestiones ante la Fiscalía Especializada de Combate a la Corrupción, tuvo el siguiente acotamiento: “Obvio que deben presentarse las pruebas y no puede haber un juicio sumario, que se hagan las investigaciones y que decida la autoridad competente, pero vamos a ayudar para que las denuncias no duerman el sueño de los injustos”.
3.- El dieciséis de marzo de este año, cuando ya estaba claro que Renán buscaría ser gobernador local, en el marco de la 86 Convención Bancaria “Retos y Oportunidades: Inclusión, Sostenibilidad y Nearshoring”, el entonces alcalde meridano le dio públicamente la bienvenida a AMLO frente ante los más de mil trescientos asistentes a tan importante reunión bancaria. Ahí quedaron las fotografías de cuando Renán le dio al presidente una Cruz Atrial de piedra como parte del que se observó más como un cálido recibimiento que un frío saludo entre adversarios políticos.
Conclusión: De los encuentros públicos entre AMLO y Renán, donde el factor común sería la falta de descalificaciones personales entre ambos, a pesar del álgido asunto del fallecimiento de José Eduardo, resalta por cuanto aquellos resultan ser prominentes representantes de las fuerzas políticas antípodas en la actualidad mexicana (Morena y PAN, respectivamente). Situación que se realza dado que Yucatán es de los pocos estados que le faltarían por ganar al partido del presidente, siendo Renán el mayor obstáculo para que eso sea posible. Por tanto, el origen de la relación entre estos dos hombres y que se diera a conocer con motivo de aquella fotografía capturada hace veintitrés años, puede conducirnos a presumir, fundadamente, que si Renán no es el candidato principal o ideal de AMLO para que gobierne Yucatán en el próximo sexenio, tampoco le sería desagradable que dicho yucateco gane la elección.
Mérida, Yucatán
01/XII/2023
