Denuncian que ampliación del cementerio en Muna amenaza la salud de la niñez

La ampliación no consensuada del cementerio municipal de Muna ha generado amplia inconformidad por parte de vecinos de zonas aledañas, quienes consideran que podría afectarse su salud, sus cultivos y causar trastornos a su vida en general, además de grave contaminación al aire, el suelo y el agua.

En diversos documentos y reuniones han expuesto su inconformidad a las autoridades municipales que encabeza el alcalde Rubén Carrillo Sosa, pero no se ha llegado a ningún acuerdo, incluso han escuchado que funcionarios del ayuntamiento digan que la ampliación “va porque va”.

A los denunciantes les extraña que el presidente municipal siendo médico autorice una obra que afectará la salud de los ciudadanos.

Entre los más activos en la lucha por impedir que se amplíe el cementerio en esa zona están los integrantes de una asociación denominada Casa Verde Filantropía A.C., donde se imparte educación para la paz a niños de Muna.

La doctora Belia Inés Rodríguez, quien encabeza la agrupación, y el representante vecinal, se movilizaron desde que supieron en agosto pasado que se proyectaba la ampliación del cementerio, sin consultar a los ciudadanos que viven en las zonas aledañas, caracterizadas por su uso habitacional y de cultivo.

Desde el principio la mencionada ampliación comenzó mal, pues se talaron todos los árboles que están en el terreno, sin hacer una tala selectiva, dejando un espacio árido y deforestado.

El proyecto Casa Verde comenzó hace tres y ante la gran respuesta de los niños de Muna consiguieron el terreno donde ahora tienen sus instalaciones, pero desde agosto, cuando manifestaron su inquietud por la ampliación del cementerio, han estado sometidos a presión por parte de funcionarios del ayuntamiento y de los encargados de la obra.

Hace unos días desaparecieron unas mantas que habían colocado para externar su inconformidad por la ampliación, la cual se consultó con los vecinos de la zona.

Desde el pasado 20 de agosto entregaron al alcalde de Muna una carpeta donde se expone con sustentos científicos, avalados por especialistas en salud pública, arquitectura e ingeniería civil y ambiental de la Uady, los problemas que causaría la ampliación del cementerio.

Desde el punto de vista ambientalista, exponen, la operación inadecuada de infraestructuras como los cementerios urbanos puede provocar la contaminación de “manantiales hídricos” por organismos que proliferan en el proceso de descomposición de los cuerpos.

“Autorizar la ampliación de un cementerio dentro de la comunidad cuando se tiene la opción de hacerlo fuera de ella, denota con claridad una falta de ética, responsabilidad, profesionalismo y capacidad”, señalan en el documento.

Pese a esto, no está en los planes de las autoridades municipales detener la ampliación del cementerio, debido a los costos que implicaría cambiar su ubicación, les informaron.

Lo que más asombra a los vecinos es la respuesta que dio el ayuntamiento, que alega que se decidió por la ampliación en esa zona porque “no cuenta con población que habite en las proximidades de ésta”.

Argumentan también que han estado en contacto con los Servicios de Salud del Estado de Yucatán, quienes determinarán la idoneidad del predio y su ubicación.

En una reunión con el secretario del ayuntamiento, Martín Várguez Casanova, y otro funcionario llamado Geovani Aguayo Delgado, las autoridades mantuvieron una postura inflexible y reiteraron que no será posible cambiar la ubicación del cementerio.

Ante esta respuesta, los vecinos y los representantes de la agrupación civil planean interponer un amparo para proteger el interés superior de la infancia y adolescencia, con la finalidad de garantizar su derecho humano al agua, al desarrollo y a un medio ambiente sano.

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