Una vez más, piden regular alimentos chatarra en entornos escolares y espacios públicos

Los niños yucatecos tienen una triple carga de desnutrición, primero, no tienen una dieta adecuada, segundo, comen en exceso, pero no alimentos de calidad y tercero, un niño se alimenta, pero no se nutre, aseveró Mauro Brero, Jefe de Nutrición de las Naciones Unidas para la Infancia en México, (UNICEF). Urge una mayor regulación de la venta de alimentos chatarra en los entornos escolares y espacios públicos, recalcó.

El funcionario de Unicef estuvo en Mérida para acompañar la entrega de distintivos de lactacia a empresas e instituciones gubernamentales. Ahí, señaló que, los niños de la zona peninsular tradicionalmente han llevado una mala alimentación, debido a una dieta inadecuada, debido a vicios y condiciones en uso de alimentos, tanto en casa, como en los entornos más importantes.

Mauro Breno señaló que, gran parte de los problemas de los niños son los hábitos alimenticios adquiridos, ya que, disponen de gran cantidad de alimentos enlatados, bebidas azucaradas, con muchas calorías, pero sin vitaminas, ni minerales, que son básicos en el desarrollo, lo que ocasiona graves problemas de desnutrición y también obesidad.

Explicó que, la calidad en la dieta en los primeros años de alimentación es muy importante para los niños, que deben de tener comida sana y nutritiva real. Expuso que, gran parte de los niños de la península de Yucatán sufren graves problemas de desnutrición, debido a esta falta de seguimiento en la casa para su correcta alimentación y en su entorno escolar, donde disponen únicamente de comida chatarra.

Enfatizó que, la desnutrición infantil en Yucatán es muy alta y que se han diseñado estrategias para tratar de regular estas condiciones, pero hace falta la aplicación de la ley, para retirar estos productos de los espacios públicos y los entornos escolares y que se pueda regular la publicidad de las marcas.

El funcionario de Unicef recalcó que, la situación debe de aplicar a que las autoridades responsan con acciones que permitan atender estos problemas. Primero sensibilizar a padres de familia y educadores de la responsabilidad de la desnutrición de los niños, con ello, atender la condición para que los niños tengan comida sana y saludable y con ello, reducir la obesidad infantil, dijo.

Es preciso, resaltó, atacar este problema desde varios ejes, uno de ellos es la lactancia, porque un niño que se alimenta de leche materna, tiene 3 veces menos posibilidades de ser obeso, repuso. Con ello, establecer mecanismo y normas alimenticias para que padres de familia y el entorno escolar respondan y se retiren estos productos embasados con exceso de azucar, sal, grasas y sin proteínas, que se venden en el entorno escolar y muchos espacios públicos.

Agregó que, es preciso que la autoridad actúe y regule la venta de estos productos, porque es la sociedad la se beneficia, de la misma forma, otorgar subsidios a productos locales que sean de calidad, sanos y adecuados a la dieta que necesita un niño en crecimiento y desarrollo, abundó.
Es un desafio, subrayó, en Yucatán, los niveles de lactancia manterna, apenas son del 30 por ciento, en tanto que, en el país es del 50 por ciento que es la meta, por lo que, el déficit es aún muy alto y resta mucho por hacer para que las familias entiendan este valor y permitan que sus hijos adquieran mejores hábitos alimenticios.

La vida moderna engaña a la población y mucha publicidad implica que un niño sea alimentado con “leche de fórmula”, pero está prohibido usar esa publicidad, porque ninguna fórmula puede suplir los valores alimenticios de la leche marterna, enfatizó.

Por ello, la necesidad de que la sociedad y las autoridades valoren mucho más las condiciones sobre los productos básicos en la alimentación de un niño y con ello, aplicar las medidas para retirar la publicidad de estos productos y la comercialización de los mismos en los sitios que deben de ser de los niños, comentó.

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