Después de ser víctimas de violencia de género, temerosas de recibir algún tipo de represalias por parte de sus agresores, Rubí N.C.B. y Zandra I.L.N. pidieron ser escuchadas y que no las abandonen en la resolución de su caso, dado que su victimario aprovechó “ciertas influencias” para salir rápidamente de prisión.
Estas dos mujeres denunciaron penalmente a Francisco J.R.V, excandidato a diputado local, por haber sido agredidas en días pasados, en Santa Gertrudis Copó.
Rubí explicó que tienen una empresa de mudanzas y trabajan con camionetas con remolques cerrados. El día del problema asistieron a trabajar a la misma calle de la persona que las golpeó y cuando llegaron se dieron cuenta que se trataba de un desalojo, pero no era legal, porque no había policías, sólo abogados y lo estaban haciendo de manera extrajudicial.
Al percatarse de este asunto, Rubí estaciona su camioneta frente a la casa de Francisco J.R.V y de ahí se suscitó todo el problema.
“Estábamos viendo que pasaría con el desalojo, cuando uno de mis muchachos me habla y me dice que debía mover el vehículo porque iba a salir la señora de la casa (Nora J.). Me dirijo y muevo a la camioneta una cuadra, de repente se empareja otra camioneta negra, se baja una persona muy molesta, me empieza a golpear la unidad, y a gritar que me bajara. Yo no sabía que pasaba hasta que mi misma gente me dijo que era la señora de la propiedad donde estábamos”, indicó la misma Rubí.
“Entonces me bajo y le digo a la señora que me dejara explicarle, no me deja y me empieza a golpear, todo el tiempo filmándome y me decía que me iba a exponer, pero yo ¿que había hecho?, estacionarme en la puerta de su casa, no se me hace que sea un pecado tan grande, si la afectación era taparle su entrada, ya se le había destapado, cuál era ahora el problema”, agregó.
Zandra I.L.N reveló que Rubí le solicitó a la señora Nora J. que dejara de grabar a los clientes que las habían contratado para no inmiscuirlos, pero la señora se le fue encima a manotearle, gritándole que no la volviera a tocar, cuando la que agredía era ella.
“Incluso, estaba la señora grabando y se acerca su hijo a tratar de calmarla, le intenta quitar el teléfono, pero lo regañó, le gritó que se callara y siguió grabando”, declaró Zandra.
De acuerdo con Rubí, seguidamente, Nora J. empezó a forcejear con ella y a gritarle a su marido, es cuando sale Francisco J.R.V a taclearla, arrojarla al piso y a propinarle varias patadas.
“La señora se le vuelve a ir encima a Rubí por segunda vez, en un momento yo veo que las dos caen al piso, pero no forcejeando, las dos se van de espaldas, yo no entendía que pasó porque nunca vi venir al señor, veo a la señora tirada, a Rubí que se hace bolita y el tipo la empieza a patear, lo único que hice fue que me le paré enfrente, le dije ‘qué te pasa’ y es lo último que recuerdo”, refirió Zandra.
“En ese momento el señor le dio un puñetazo a Zandra, la descuenta con un golpe a la mandíbula y ella cae inconsciente, hay evidencia, videos de cuando el señor la tiene en el piso y creo que se asustó y pensó que sí la había matado, porque ella no despertaba, se suben a la camioneta y huyen, la señora al ascender al vehículo le dice a su hijo que ya habían hablado a un comandante”, describió Rubí.
Asimismo, Rubí C.B. aclaró que ellas sólo se encontraban trabajando, intentando cumplir de la mejor manera y Zandra terminó presentando una herida abierta y una luxación mandibular, certificadas porque requirió ser hospitalizada en el Issste.
“Cuando llega la patrulla a mí también en teoría me llevan detenida, junto con el señor, porque lo estaban intentando hacer pasar como una riña, pero yo no me peleo con el tipo, la que hizo todo el desastre fue su esposa. En la policía nos trataron muy bien al principio, hago un contexto de lo que pasó, enseño fotos del desalojo y me dicen que mi versión es consistente, que no estaba detenida, al que dejan ahí es al señor”, señaló Rubí.
“Nos mandan a audiencia, el fiscal lo imputa por tentativa de feminicidio y la jueza lo deja en prisión preventiva en el penal. Nos dan una nueva cita, llegamos el día pactado y resulta que el fiscal que nos estaba atendiendo lo enviaron de vacaciones, nos mandan a otro que no tenía ni idea de la situación, ni siquiera había leído el expediente y a partir de ahí todo se vino cayendo en pedazos”, añadió.
La víctima dio a conocer igualmente que como parte del caso pusieron a disposición el celular de Nora J. con muchas faltas porque la señora nunca dejó de grabar y supuestamente sólo encontraron tres videos. Aunado a ello, se llegó a manejar que la herida de Zandra no se registró por el puñetazo que recibió sino resultó una lesión autoinfringida con un bolígrafo.
“Puedo pensar que a lo mejor sí se le enterró una pluma, pero el golpe a la cabeza, las muelas rotas, lo de la mandíbula, increíble. Al agresor lo consideran plenamente responsable, pero que son lesiones de 15 días, las de Zandra son de más tiempo, y de tentativa de feminicidio me lo reclasifican a lesiones dos y lo sacan con 20 mil pesos de fianza, con medida precautoria de entregar sus dos pasaportes y un brazalete electrónico que no hay”, manifestó Rubí.
“Le dieron cinco días hábiles para depositar el dinero de su fianza y en ese momento sale del penal, o sea nuestro agresor salió de la cárcel mucho antes que Zandra saliera del hospital. Y la parte más difícil, que nadie nos entiende, es que el señor está en su casa, con su familia, después que nos partió el alma, nosotras seguimos dando vueltas entre médicos por Zandra, tiene dos muelas rotas por una lesion en la mandíbula, todavía no puede caminar sola por las lesiones que tiene en la cabeza y nos dejaron solas, hemos tenido que estar corriendo con todos los gastos de esto porque el señor no se hizo responsable”, enfatizó.
Las víctimas destacaron que la potencial causa puede molestar, pero no significa que tengas que enviar a una persona al hospital, que un hombre le pegue a una mujer y les quiten la perspectiva de género.
“Lo que necesitamos es que nos den voz, ha sido una lucha titánica e injusticia, nos han dejado solas, en los mismos videos que presentó la defensa nos daban más la razón a nosotros, al contexto que nosotros contamos, que lo que querían aparentar ellos, como es posible que digan que Zandra se ensartó una pluma, que te digan que si nos pegó, pero poquito, y por eso no lo pueden tener en el bote, se siente peor, qué necesitan, que me rompa tres o cuatro huesos o me mate”, concluyó.