Los políticos nos han robado todo… hasta las batucadas

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Mirada Azul
Por: René Duperón

Si la memoria no me traiciona, las batucadas se dieron a conocer en los carnavales de fines de los años 80 y principios de los 90… y ya entrada la primera década del año 2000 ya eran bastante populares.

Y de las fiestas de la carne saltaron a otros eventos como la Feria de Xmatkuil y las temporadas en Progreso.

Lo que sí no logro precisar es en qué momento comenzaron a ser parte inherente de eventos políticos. No sé si fueron los panistas o los priistas los que tuvieron el primer atrevimiento, pero el caso es que ahora los ambos de ambos partidos suenan a prácticamente lo mismo.

Aclaro, no tengo nada en contra de las batucadas, incluso me gustan, pero las prefiero en los carnavales o en eventos demasiado abiertos como los domingos en la playa del malecón de Progreso.

Por lo general cuando los políticos contratan las batucadas lo hacen para eventos en lugares cerrados, donde se arma una escandalera endemoniada que no permite el disfrute de la contagiosa música de tambores. De los discursos de los políticos no importa si no se escuchan, pues por lo general ya casi nos sabemos de memoria lo que van a decir.

A lo que sí me opongo es a esa perniciosa uniformidad que tienen ahora los eventos políticos, pues ya es casi obligatorio que el candidato, sin importar el partido que sea, llegue precedido de una batucada.

Tal vez mi percepción particular, pero da idea de que todos son lo mismo. Puede ser algo de forma y no tanto de fondo, pero como dijera el ideólogo Jesús Reyes Heroles: en política la forma es fondo.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Comparte
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Telegram
Notas recientes.

Síguenos

Yucatán Ahora 2024