Reconocido cineasta ambiental prepara película sobre la muerte de abejas en Yucatán

[vc_row][vc_column][vc_column_text]La mortandad de las abejas de la Península de Yucatán preocupa no solo a la gente de la región. También ha llamado la atención del cineasta Marcos Colón, quien compite aquí en la Sección Oficial del Cine Eco Seia con la cinta “Beyond Fordlândia”, ganadora ya en diez certámenes.

“Estoy haciendo un trabajo muy bello por el que fuimos a visitar Yucatán, en México, a través de la ruta maya, pasamos por Calakmul, por Tulum, entramos por Campeche, Hopelchén, para ver una región que está siendo afectada por el tema de las abejas que están muriendo”, adelantó, entrevistado por Notimex en el marco de su participación en el Festival Internacional de Cine Ambiental de Serra de la Estrella.

Resaltó que las abejas son la herencia cultural del pueblo maya. “Éste no existe sin la cultura de la melipona, de las abejas, de las abejitas como dicen ellos muy cariñosamente, las abejitas son consideradas elementos humanos para ellos”, abundó.

“Igual que la Amazonia, la región maya también está luchando por mantenerse libre de los glifosatos, de los agrotóxicos y todo aquello que daña a la gente y a los pueblos de la región”.

Colón es investigador del Centro para la Cultura, la Historia y el Medioambiente del Instituto Nelson de Estudios Ecológicos de la Universidad Madison-Wisconsin de Estados Unidos.

Sobre “Beyond Fordlândia”, señaló que la idea para la realización surgió durante las investigaciones para su doctorado sobre la presencia de la Amazonía en la literatura brasileña en el siglo XX.

Marcos Colón, quien compite aquí en la Sección Oficial del Cine Eco Seia con la cinta ‘Beyond Fordlândia’

“En la película se hace una transición del contexto de la Amazonia que conocí en el papel para conocer la Amazonia en realidad y que al visitarla y conocerla por primera vez, me di cuenta de los desastres, del caos que estaba pasando ahí”, dijo.

Tanto “Beyond Fordlândia” como el nuevo proyecto que el cineasta ya inició sobre la muerte de las abejas en la zona maya mexicana, tienen un punto de coincidencia que tiene que ver con la acción depredadora del hombre.

Resaltó que el hombre amazónico está en mayor peligro que el propio bosque, pero la película busca en sí demostrar los peligros reales, cuál es la situación real del bosque de esa zona floresta tras todas las inversiones e incursiones capitalistas en la región que han causado mucho daño.

“Estamos hablando de un proceso desde el siglo XVI, cuando empezaron a penetrar esas inversiones por el bosque y se fue intensificando a través de los años”, sostuvo.

El año 2017 fue significativo para la Selva Amazónica. El recorte de recursos noruegos para combatir la deforestación, las inciertas regulaciones de la Reserva nacional del Cobre y Asociados y el 90 aniversario de la llegada de Henry Ford a la jungla, abrieron de nuevo un signo de interrogación sobre la región del Amazonas, dijo.

El filme presenta la tala de un millón de hectáreas de boque para el cultivo de árboles de caucho y la transformación hacia un exitoso monocultivo de la soya, lo cual ha sustituido enormes zonas del bosque para una exportación lucrativa del producto.

Para Colón, lo que se vive actualmente en el Amazonia es irreversible, desde el punto de vista climático y ambiental.

“Hoy en día, a diferencia de todos los modelos depredadores que ha enfrentado la Amazonia, lo que se vive ahora es el agronegocio, destruye el paisaje, contamina el manto freático, destruye la pequeña o la agricultura familiar, no deja margen de salida para la vida en el campo”, recalcó.

Pese a que reconoció que las perspectivas son muy negativas, “lo que tratamos de hacer es educar pues la única opción que yo veo es la educación ambiental, yo pienso que hoy en día tenemos que invertir en los jóvenes para educarlos en los problemas ambientales de la región”.

Lamentó que la gente en esa región ya no tiene más fuerza para pelear, para luchar contra los capitalistas, contra los agronegocios de la región que están destruyendo todo. Por eso, subrayó, empezamos con un proceso, aunque sea lento, de concientización a las nuevas generaciones de los daños, de los peligros, y de la advertencia de que los jóvenes de hoy no van a tener floresta mañana.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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