[vc_row][vc_column][vc_column_text]Zitlaly Ruby Buenfil Lugo, la joven que fue localizada en en el sur de Mérida luego de que abandonó voluntariamente su domicilio en enero pasado, resultó ser una de las víctimas de sonado caso de abuso sexual y trata de blancas en Cancún.
La joven que fue reportada como desaparecida apenas el 9 de mayo, aunque desapareció desde principios de este 2018, fue una de las víctimas sexuales del empresario libanés Jean Succar Kuri.
Por la desaparición de la joven de 26 años, la Fiscalía activó un Protocolo Alba, que se aplica en caso de extravío de mujeres y niñas.
Como se recordará, junto con su prima Esther Encalada, Zitlaly testificó contra Succar Kuri, quien fue sentenciado en 2011 en Cancún a 112 años de cárcel por pornografía y corrupción de menores.
El caso de Succar Kuri en Cancún salió a la luz pública en octubre de 2003, cuando fue denunciado por delitos de pederastía, pornografía infantil y corrupción de menores en agravio de siete víctimas que en el momento de los hechos tenían entre 12 y 16 años.
Succar Kuri convocaba a sus amigos políticos y empresarios para ir a Cancún a tener sexo con niñas y niños, que eran trasladados desde Estados Unidos.
En su momento, el empresario de origen libanés le ofreció al entonces gobernador de Puebla Mario Marín (el “Góber precioso”) dos “bellísimas botellas”, como le llamaban a las niñas víctimas de abusos sexuales. En el caso de los niños, la clave para denominarlas era “pomo”.
Tras su localización, como informamos, la joven Buenfil Lugo indicó a las autoridades que no fue víctima de ningún delito y que su ausencia se dio de manera voluntaria. Tras el sonado caso, Zitlaly llegó desde hace un tiempo a vivir junto con su familia.
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