El uso medicinal, la otra parte que aboga por legalizar la marihuana

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Alondra tiene 21 años y está en silla de ruedas. Acompañada por sus papás Lisbeth y Francisco, ella encabeza este sábado la Marcha del Día Mundial por la Liberación de la Marihuana en Mérida.

A causa de su enfermedad –padece síndrome de Lennox Gastaut- consume en forma terapéutica aceite de cannabis para controlar los ataques que le ocasionan la epilepsia refractaria de difícil control. Alondra casi no habla pero sus papás sí, y esperan que esta marcha cree conciencia en la gente y ayuden a legalizar finalmente el consumo de la mariguana para uso terapéutico.

Desde el Monumento a la Bandera partió, minutos antes de las 5:30 pm, la manifestación. Un grupo de alrededor de 70 personas caminaron por el Paseo de Montejo –que no fue cortado para la manifestación- hacia el Palacio de Gobierno, donde participaron en un espacio informativo sobre políticas públicas en el uso de estupefacientes.

Gerardo Hinojo es uno de los organizadores del evento que, en su 19° edición, está dirigido a promover cultura cannábica a fin de afianzar “el libre desarrollo de las personas como un derecho humano”.

Uno de los estandartes de la movilización es también pedir la legalización del autocultivo que, como tal, constituye una pena federal.

Pero Gerardo está contento y cree que la cantidad de gente que se unió a la marcha –estudiantes, profesionistas, padres de familia con sus hijos, entre otros- muestra que cada vez son más los que se unen a la concientización del uso de la marihuana, ya sea para uso terapéutico o recreativo.

En Yucatán la marihuana es estigma social

“A nivel nacional hubo un cambio considerable de unos años a la fecha, surgen cada vez más colectivos que hablan de la cultura cannábica y en Guanajuato se realizará el primer foro latinoamericano para conocer las propiedades de la cannabis Hoy día sólo un 26% considera que la marihuana hace mal”, señala.

En Yucatán la cosa está un poco más complicada y quizás lo demuestra una marcha con menos de 100 personas. “Aquí muchos lo ven como un estigma social y existe una cuestión sensible de que los traten de ‘pachecos’, por eso muchos no vienen”, pone Gerardo como ejemplo.

Francisco, además de ser papá de su hija enferma Alondra, es un hombre que aboga por la legalización urgente de la marihuana. Hace años que lucha contra la enfermedad de su hija y sólo con el aceite de cannabidiol lograron controlar los ataques severos de su hija que padece desde los 13 años.

“Siempre tomó fármacos tradicionales anticonvulsivos y tuvo dos cirugías cerebrales pero aún así las crisis continuaban. Entonces viajamos a la Ciudad de México y allí la atendió el doctor Saúl Garza y él fue quien nos recetó el aceite de cannabidiol”, relata Francisco.

Desde hace casi dos años Alondra consume, de forma sublingual, 5 mls de aceite de cannabidiol por la mañana y cinco por la noche. Esto hace que sus crisis convulsivas se reduzcan considerablemente.

Le preguntamos a Francisco cómo consigue el aceite de cannabidiol y cuánto cuesta. “Lo consigo por una fundación ‘Por Grace’, luego de obtener los permisos de importación, nos lo traen de San Diego, California, Estados Unidos. El frasco nos dura tres semanas y cuesta 499 dólares”, detalla.

Por eso Francisco piensa que este tipo de manifestaciones “Son una maravilla y me gustaría que hubiera más gente, realmente”.

“Pienso que se debería despenalizar el uso de la marihuana porque no somos delincuentes por consumir esto. Estamos hablando de una planta, no de una droga. El alcohol y el tabaco matan gente y son legales. De consumir marihuana no se ha muerto nadie y es hasta curativo. Ojalá la gente nos apoye y se pueda legalizar pronto en México”, concluye.- Cecilia García Olivieri.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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