Conoce las generosas propiedades de algo que se desperdicia en Yucatán

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Plantacción
Por Víctor Hugo Lizama Morales
Semilla de mamey

Estuvimos de nuevo en el poblado de Yaxunah, Yucatán, y entendimos que ahí como en muchas otras comunidades hay escasez de muchos productos y servicios como la farmacia. Esto hace que la gente siga recurriendo a remedios caseros ancestrales y que los jóvenes aprendan de ellos.
Pero esta falta de productos no solo ocurre en nuestro país. Conversando con Marita Osorio, oriunda de Olguín, Cuba, aprendimos otra maravilla que nos regala la naturaleza de un fruto llamado mamey.

Aparte de lo deliciosa que es esta fruta y de los ricos sorbetes que se pueden hacer con ella, nos asombran sus múltiples usos. El fruto contiene pectina, mameína y cumarinas. La corteza es rica en taninos. Se utilizan el fruto, la planta entera, el látex, las hojas y las semillas.

A partir de sus flores fermentadas, en las Antillas francesas como Martinique y Guadaloupe se elabora un licor denominado agua de creóle, que se considera un buen tónico y digestivo. El látex de las ramas o de los frutos inmaduros, mezclado con manteca, se utiliza como apósito para evitar infecciones de la piel en humanos y en animales.

La infusión de las hojas se ha utilizado tradicionalmente como sustituto de la quinina en el tratamiento de las fiebres intermitentes. Las semillas molidas se pueden preparar en infusión para fines antiparasitarios intestinales y en el tratamiento del eczema.

Pero la propiedad que más llamó nuestra atención fue el uso de la semilla. Nuestra amiga isleña nos comentó que un santo remedio contra los piojos es precisamente la pepita del mamey que se mezcla con alcohol y se aplica en el cabello haciendo que se asfixien los piojos y al fijarse esta mezcla en el cuero cabelludo, acaba con las liendres.

Toda la planta, especialmente el látex y las semillas, tiene propiedades insecticidas, que la hacen útil contra garrapatas, así como en las infecciones de la piel y del cuero cabelludo. En algunas islas caribeñas, se emplea el aceite de su semilla como pomada para suavizar la piel y también para detener la pérdida del pelo, aplicando y friccionando suavemente el cuero cabelludo.

Este producto lo tendremos prontamente en Casa14 localizada en la calle 60 x 59 y 61 en el centro histórico de Mérida.
Mi correo es: [email protected][/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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