[vc_row][vc_column][vc_column_text]Ni curandero, ni chamán, ni yerbatero. Tampoco experto en herbolaria. Hugo Lizama Morales prefiere definirse como un estudioso, practicador y aficionado del uso tradicional de las hierbas y plantas curativas de esta tierra, y desde hace más de 10 años combina su profesión de guía de turistas con la de herbolario, en un camino de ida para aprender y ayudar.
Desde el local “Casa del 14 u Yotoch”, Lizama se actualiza constantemente en la preparación y venta de cápsulas y productos de herbología para que, tanto yucatecos, mexicanos y extranjeros, puedan encontrar una solución alternativa a males físicos que los aquejan.
NOVEDADES
Los estantes del local, ubicado en la calle 60 entre 59 y 61 del centro de Mérida, están llenos de frasquitos que contienen cápsulas con hierbas de distintos colores que ayudan a curar diferentes trastornos o dolencias. Lizama baja dos frascos, uno dice “Varicure” y otro “Acido úrico”. “Son nuestras novedades y estamos contentos de poder ofrecerlos: el Varicure está hecho con ocho diferentes plantas y sirve para mejorar la circulación de la sangre y evitar así las várices, tanto en hombres como en mujeres. El ácido úrico es una mezcla de palo azul y elemuy y sirve contra la gota”, detalla.
También cuenta que anda en el estudio y búsqueda del “salché”, una planta con propiedades para ayudar a lograr embarazos, según le enseñó doña Florencia Ku Dzul, una anciana que comparte sus conocimientos de herbología y que vive en Kabah.
DOS OFICIOS HERMANADOS
Hugo tiene 48 años, es guía de turistas desde hace 26 años y aficionado y estudioso de la herbología hace 10 años. Dice que los dos oficios van para él de la mano y no podría vivir sin uno ni el otro.
“Tuve la espina de la herbología clavada en mi corazón desde mi primer día de servicio en la carrera. Acompañamos a unos extranjeros a Tulum y cuando me preguntaban los nombres de las plantas que nos rodeaban, yo no sabía responderles. Entonces comencé a interesarme en el entorno de las ruinas arqueológicas que como guía de turistas enseñaba”, relata.
Años más tarde Hugo tomó el curso “Guía Intérprete Ambiental” y dice que esto fue todavía de más ayuda para entender todo lo que rodeaba los sitios que él mostraba como guía.
“El detonante de mi interés en la herbología fue un encuentro que tuve con el arqueólogo Alfonso Morales, experto en su ciencia. Él me mostró la planta “Dorstenia Contraierva”, en maya le dicen “Xcambahau”. Es una planta que sólo crece cerca de los sitios arqueológicos y haciendas. O sea que los antiguos mayas la usaban todo el tiempo y todavía sigue allí”, cuenta, apasionado.
La Xcambahau, tanto ayer como hoy, sirve para corregir ciclos menstruales, evitar cólicos, detiene hemorragias, es un coagulante para moderdura de serpientes y detiene la diarrea. “O sea, el antiguo maya domesticó la planta para tenerla cerca suyo y usarla, y nosotros podemos hacer lo mismo hoy día”, explica.
Hugo comenzó a estudiar y recoger plantas hace años. Actualmente consigue las hierbas de la “Asociación Tradición Maya” y elabora él mismo las cápsulas que vende. Como guía de turista visita constantemente pueblos del interior del Estado donde se reúne con gente mayor que estudia y vive de la herbología. “Aprendo todo el tiempo de los viejitos, ellos me enseñan. La gente mayor de los pueblos es la más sabia”, afirma.
Aunque su familia se trata con hierbas y plantas curativas, también usa la medicina tradicional o alopática. “Aunque este tipo de medicina es efectiva, puede afectar a otros órganos y sus medicamentos tienen contraindicaciones. Este no es el caso de las plantas curativas. Sin embargo, no dejamos de ir al médico tradicional y también aconsejo eso a mis clientes”, explica.
LO QUE BUSCA LA GENTE
Las cápsulas más solicitadas hoy día son las de moringa (para la diabetes, triglicéridos, colesterol, hipertensión, entre otras); chintok (para disolver piedras del riñón); cúrcuma (para la acidez estomacal); maca peruana (mejora la potencia sexual masculina y femenina, evita cólicos menstruales y ayuda en la circulación sanguínea); anamú (para males de próstata); chaya (cálculos renales) y la miel melipona, entre otras.
Para Hugo es fundamental que otros cómo él se interesen en aprender y enseñar sobre las hierbas y plantas curativas que nos rodean. “La gente joven no debe perder esta tradición, a ellos los han curado seguramente de niños y son cosas que tenemos en el patio de nuestra casa… Es importante que esta cultura continúe”, enfatiza.
Las píldoras se venden a 240 pesos el frasco y hay descuentos a partir del tercer envase.
Hugo Lizama es colaborador de Yucatán Ahora, a través de su columna Plantacción, donde cada semana da consejos sobre los usos curativos de las plantas- CGO.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]