¿Qué culpa tienen los flamencos?

Más de 20 mil flamencos americanos eligieron la Reserva Estatal Ciénagas y Manglares en el Puerto de San Crisanto para su temporada de anidación.
Para las instituciones públicas el anuncio fue un logro de las políticas para proteger a los flamencos y por eso ahora se instalaron en la costa norte de Yucatán para reproducirse.
Pero para los especialistas, esto es un tema preocupante, porque en realidad están abandonado las ciénagas del oriente del Estado, huyendo del acoso de turistas y prestadores de servicios que invaden y alteran el hábitat de estas hermosas aves.
Entre las necesidades para cubrir sus requerimientos nutricionales, los flamencos americanos se alimentan, durante ocho horas, con unos pequeños crustáceos que obtienen filtrando el agua entre sus picos.
La invasión de turistas y numerosas embarcaciones, en las zonas de alimentación, remueven los lodos, acabando con los crustáceos que son la base alimenticia de la fauna del lugar, y en el caso de los flamencos, estos realizan desbandadas intempestivas, ocasionándoles fracturas que los condenan a la muerte.
En 1999, se creó la organización Niños y Crías para dar mayor certidumbre a los proyectos de educación ambiental, conservación de la vida silvestre, rehabilitación de ecosistemas perturbados y el desarrollo comunitario sustentable de la Reserva de la Biosfera Ría Lagartos.


Una de sus principales tareas fue la de capacitar a los prestadores de servicios turísticos a aprovechar los recursos de la naturaleza, pero sin alterar su entorno.
Se les enseñó la manera adecuada de llevar a los turistas a observar a los flamencos a una prudente distancia y en silencio para no entorpecer sus hábitos.
A decir de los especialistas, toda esa capacitación ya quedó en el olvido, esos hombres hoy ya son adultos mayores que no operan sus embarcaciones.
Los operadores de los servicios turísticos, actualmente, sin la debida capacitación, invaden la zona de alimentación de los flamencos, por consiguiente, estas aves al no poder dedicarle ocho horas del día a su alimentación empiezan a padecer anemia, abandonan sus nidos y finalmente buscan otro sitio donde nadie los perturbe.


En días recientes, la plataforma de streaming “Netflix” exhibe la película “¿Qué culpa tiene el karma?”, donde se observa a los protagonistas irrumpir deliberadamente el espacio de los flamencos para obtener una imagen donde estas aves levanten el vuelo. En dicha producción, se denota el carente conocimiento sobre el tema y la nula asesoría con que contaron para rodar la escena.

La exposición de dicho cuadro ha causado preocupación y coraje en los conservadores del ambiente y las aves, ya que, podría fomentar una idea errónea del ecoturismo, al inducir a los visitantes a ejecutar estas acciones que son irresponsables y que agreden a la fauna del lugar sin aparente repercusión.

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