Presentan ante un juez al caníbal de la Leandro Valle, pero lo dejan en libertad

MÉRIDA.- Izael D.C., presunto homicida del joven Roberto J.F.A., fue presentado ante un juez de control por el delito de resistencia de particulares, pero no ameritó prisión preventiva, por lo que fue liberado aunque bajo vigilancia el Centro Estatal de Supervisión de Medidas Cautelares.

El sujeto fue imputado por agredir a un policía que realizaba investigaciones en torno a la desaparición del joven que fue reportado como desaparecido desde el pasado 28 de junio, y cuyos restos fueron encontrados en un terreno baldío de la colonia Leandro Valle.

La próxima audiencia del caso se realizará mañana lunes 6 de julio. Pese a que la Fiscalía solicitó la prisión preventiva, el juez de control no lo consideró necesario y se le impusieron otras medidas cautelares.

Al sujeto, quien ya es conocido como el Caníbal de la Leandro Valle, por lo que hizo con el cadáver de Roberto, se le procesa por los delitos de armas prohibidas, ataques peligrosos y desobediencia de particulares a la autoridad.

A la par se integra la carpeta de investigación por el atroz homicidio, que es uno de los más espeluznantes que se recuerdan en los últimos años. Aún no hay orden de aprehensión.

De acuerdo con lo que se sabe del caso, Roberto y su victimario se reunieron el domingo por la noche en casa del presunto homicida, convivieron, bebieron y en un momento Izael quiso tener relaciones sexuales con su invitado, quien se negó.

De ahí surgió un enfrentamiento entre ambos que terminó con el asesinato del joven que posteriormente sería reportado como desaparecido.

Se averiguó que Izael es adicto a las drogas y no es bien visto por sus vecino por su comportamiento extraño y violento. Trascendió que vivía solo en la colonia Leandro Valle porque sus familiares no quieren saber nada de él.

Habría contactado vía Facebook a Roberto, con quien acordó verse el domingo por la noche. Al salir, el ahora fallecido les dijo a sus familiares que iría a un cajero bancario en la Macroplaza.

Tras el homicidio, el presunto asesino durmió en la misma casa con el cadáver. Al día siguiente decidió desollar el cuerpo y fue fileteando la carne, parte de la cual comió y, de acuerdo con algunas versiones, intentó vender lo demás entre los vecinos.

Se desconoce si alguien le compró, pues los vecinos siempre lo vieron con desconfianza por su comportamiento.

En cuanto los huesos y demás restos mortales, los arrojó a un terreno baldío, donde fueron localizados tras descomponerse y generar fétido olor.

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