“Lo único que le pedimos a la directora del Instituto de Seguridad de los Trabajadores del Estado de Yucatán (Isstey), María Isabel Rodríguez Heredia, es que nos dé la cara, que nos escuche y podamos dialogar con ella”, aseguró Henry Gómez Rodríguez, presidente de la Asociación de Jubilados y Pensionados de Yucatán.
En tono conciliador, el dirigente le demandó a la funcionaria voluntad política para solucionar el problema que afrontan en estos momentos 127 agremiados de la asociación que pertenecen al sistema del Isstey, y los cuales se han visto afectados con los descuentos en su percepciones mensuales.
También solicitó esa misma voluntad política, pero también un poco más de sensibilidad con 18 afiliados de la agrupación que carecen de seguridad social, pues son personas de la tercera edad pertenecientes a grupos vulnerable, y que mensualmente reciben apoyos como despensas.
Según les informaron directivos del Isstey, en lo que resta del año ya no les surtirán las despensas para esas personas, y las pocas que tienen a disponibilidad en el local de la asociación serán insuficientes tan siquiera para cubrir las necesidades de este mes de noviembre.
“Es cuestión de días para que se terminen estos apoyos y ya no tendremos que darles a estas personas en situación de vulnerabilidad”, expuso Henry Gómez, quien durante la entrevista mostró siempre un tono conciliador.
“Ya viene diciembre y las personas que reciben estas despensas en realidad es lo único que tienen en ocasiones para comer”, aseguró.
Sobre las protestas contra el Isstey, el dirigente aseguró que solo están participando los 127 afiliados que cobran pensión del Instituto, pues hay otros 396 agremiados que pertenecen al sistema SAF y que no han tenido los problemas de descuentos en sus percepciones.
Explicó que el problema de los descuentos, que alcanza montos de hasta 10 por ciento de los ingresos de los pensionados, se debe a los ajustes que no hizo en su momento la directora del Isstey, cuando en una iniciativa se propuso la UMA para calcular las pensiones, pero luego se retiró la propuesta y todo quedó otra vez en salarios mínimos.
“Dependiendo del ingreso del pensionado es el descuento”, señaló. “Es variable y hay algunos que les rebajan hasta dos mil pesos, pero hay otros que son unos 300 o 400 pesos, pero cualquiera que sea el monto afecta al trabajador retirado”.
Por último, Henry Gómez le pidió a los directivos del Isstey que reconsideren la petición de desalojarlos del local que ocupa la asociación en el fraccionamiento Chenkú.
“Es un edificio del gobierno, no vemos en qué pueda afectarles, pero de nuevo falta voluntad política, esa que le hace mucha falta a varios colaboradores del gobernador Mauricio Vila”, lamentó Gómez Rodríguez.
