En tanto no haya salarios competitivos, la informalidad seguirá creciendo

Los salarios deprimidos, la falta de competitividad empresarial y la presión económica obligan al crecimiento de la informalidad, advirtió Jorge Canché Escamilla, catedrático de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Yucatán. La informalidad es solo una medida de subsistencia, pero muchas veces, es mejor que los empleos formales mal pagados, sostuvo.

El docente manifestó que, la situación laboral en Yucatán no ha mejorado, por ello, aún y cuando hay oferta laboral, el crecimiento de la informalidad se mantiene, ya que, las personas buscan la inmediatez de las condiciones económicas y la economía “subterránea” ofrece esa posibilidad de subsistencia, destacó.

Canché Escamilla, ex director de la Facultad de Economía de la Uady, expuso que, el equilibrio económico para el estado llegará cuando los trabajadores tengan mejores salarios y alternativas para abandonar la informalidad. Si bien, las personas que viven de un trabajo informal solo pueden adquirir alimentos y productos básicos, muchas veces, esta es la condición por la que, es preferible recibir estos recursos que afrontar las condiciones de un empleo establecido, comentó.

El problema del ambulantaje es que, la distribución de recursos solo beneficia a muy pocos sectores económicos, esto es, las personas que laboran en el sector informal, apenas y ganan más allá que las condiciones mínimas y esta situación lesiona las arcas públicas y la población no logra salir de los estatus de pobreza en los que se encuentra, manifestó.

Es preciso aplicar medidas correctivas en aspectos económicos, una de ellas es el equilibrio salarial de los trabajadores, con ello, permitir un incremento en el poder adquisitivo del trabajador, competitividad laboral, condiciones de calidad de vida y ampliar sus expectativas de seguridad social que demandan.

Detalló que, en Yucatán ha crecido de manera importante la oportunidad de empleo, hay buena oferta y falta mano de obra, debido a las condiciones que aplica en la distribución retributiva, por ello, es preciso mejorar las condiciones económicas de los trabajadores, aplicar tareas que le permitan al obrero o empleado alcanzar mejores alternativas salariales, entonces podrán ingresar al mercado laboral de manera más consistente, aseveró.

Es importante establecer que, si los salarios no son competitivos, entonces el trabajador busca la alternativa más rápida, ya sea buscando la opción de la informalidad o migrando a otros sitios donde se refleje en mejor medida la capacidad económica, lo que sucedió en su momento en Quintana Roo, agregó.

La informalidad lesiona la dinámica económica, declaró, porque no establece una posibilidad segura, las personas que están inmersas en esta condición no mejoran sus niveles de vida, adquieren muchas veces solo alimentos, no son empleos productivos y mantiene una economía de supervivencia, manifestó.

De manera insistente, los sectores económicos del estado han reportado la falta de mano de obra en las empresas. El sector de la construcción, inmobiliario, el sector turismo, las empresas de servicios e incluso el sector agropecuario batallan por conseguir mano de obra para sus empresas.

En días pasados, la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) publicó un reporte donde establece su preocupación por el posible retrazo en el desarrollo y avance de este rubro económico ante la falta de mano de obra.

Iván Cervera López vicepresidente de AMPI señaló que, esta situación podría generar ajustes en el tiempo de entrega establecidos, pero sin generalizar a todas las obras. Además, añadió que el déficit de mano de obra sí es un factor en el impacto inflacionario para los insumos del sector de la construcción en general, no sólo de los desarrolladores de vivienda.

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