El ruido en el centro histórico de Mérida, un tema de voluntades

[vc_row][vc_column][vc_column_text]El ruido quita el sueño e impide descansar, de eso no hay duda. Y el Centro Histórico de Mérida está ahora en el ojo del huracán con la polémica generada entre vecinos, bares, restaurantes y hoteles del rumbo que se encuentran enfrascados en una discusión que parece no tener fin.

Para no ir más lejos, Yucatán Ahora publicó que personal de la Dirección de Gobernación clausuró el jueves por la tarde el establecimiento “Vidente” por incumplir varias disposiciones del reglamento de Protección Civil Municipal.

En el local, ubicado en la calle 64 con 43 del Centro Histórico, la dependencia municipal detectó, por conducto del personal de Protección Civil Municipal que su programa interno de Protección Civil no estaba actualizado.

Asimismo, el sábado pasado personal de la misma dependencia clausuró por causa similar los bares “Pipiripau” y “Mayan Pub”, el primero ubicado en la calle 62 entre 53 y 55, donde se detectó que su programa interno de Protección Civil venció desde el pasado 1 de agosto de 2016.

También se detectaron algunos puntos de riesgo, entre ellos extintores poco accesibles, la falta de un extintor especializado para la cocina, además de que no cuenta con salida de emergencia y la carencia de señalización de puntos de reunión para los clientes y el personal.

En el caso del “Mayan Pub”, ubicado en la 62 entre 55 y 57, no han realizado simulacros en más de seis meses, detectándose que algunos de sus extintores son inoperables e inaccesibles en contraposición a la Norma Oficial Mexicana STPS-002.

Además, carece de luces de emergencia, faltan señales preventivas de riesgo eléctrico, no cuenta con zonas de seguridad y presenta inconsistencias en la señalización de las rutas de evacuación, entre otras irregularidades.

Opinan los hoteleros

Ante el dilema de los vecinos del rumbo que se quejan de los ruidos de estos establecimientos (muchos de estos vecinos son extranjeros con casas en el Centro Histórico), están los establecimientos que ofrecen servicios como estos bares y los hoteles, que se quejan de que está en riesgo el turismo por estas acusaciones.

Como para intervenir entre ambas partes y calmar las aguas, Protección Civil está trabajando ya en ese tema. Uno de los empresarios que presta servicio en la zona, explica que es necesario tomar en cuenta que también el exceso de gente genera ruido.

Si tu capacidad es de 100 personas y meten a 200, eso genera mucho más ruido. Mientras más bulla hay que subirle más a la música porque no se oye.

A los hoteleros les preocupa el tema de que ahora los turistas se fijan mucho en los “reviews” (comentarios), pues un hotel puede estar muy bonito y todo lo que quiera, pero si tiene muchos reviews negativos por ruido, la gente no va a ir.

Aseguran que es fundamental cuidar el destino ya que no se puede permitir que un turista se vaya molesto de Yucatán.

Ruido de día, ruido de noche

También dicen que el problema no es que haya ruido, pues inevitable e incluso de día puede haber mucho más con los autobuses y los vehículos circulando. El problema es cuando el ruido es nocturno y no deja descansar a los turistas.

Guillermo Mendicuti, dueño de la cadena de restaurantes Los Trompos, señala que es un tema de voluntad. “Hay negocios que por muchos años han tenido música viva, como “Panchos” (que tiene más de 60 años) y nadie se queja. Nosotros igual tenemos en el local que está contra esquina de la iglesia del Jesús trova cubana desde hace seis años y tampoco nadie se ha quejado”.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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