MÉRIDA.- Un adolescente de 16 años que había caído en las garras de la drogadicción se ahorcó esta madrugada, en el patio de una vivienda en Izamal.
La última vez que lo vieron con vida fue aproximadamente a las 2 de la madrugada, cuando la madre del jovencito lo sorprendió manipulando su teléfono celular acostado en su hamaca, motivo por el cual le pidió que dejara el teléfono y se durmiera.
Unas horas más tarde un tío del adolescente que vive en la misma casa se levantó para hacer una necesidad fisiológica, y al salir al patio se percató del menor ahorcado en un árbol de naranja.
Los hechos ocurrieron en un predio de la colonia San Francisco de Izamal, donde vivía el jovencito M.S.E.N., de 16 años, quien tenía problemas de adicción al alcohol y a enervantes.