[vc_row][vc_column][vc_column_text]En estos tiempos en los que la alimentación se vuelve cada día más artificial, tene a la mano productos libres de hormonas o antibióticos puede ser un verdadero alivio, tanto para el bienestar personal como para el cuidado del medio ambiente.
Gracias a la iniciativa de empresarios, productores y académicos, se ha dado impulso a una especie que durante mucho tiempo estuvo en el olvido e incluso desdeñada.
Hablamos del cerdo pelón mexicano. Sí aquel cochino que crecía en los patios de las casas yucatecas de antaño, alimentándose de sobras de comida y plantas que encontraba a su alrededor.
Debido a esta alimentación y al ejercicio que realiza mientras pastorea, este cerdo ha desarrollado características especiales, como una carne mezclada con la grasa propia de animal, es decir, marmoleada y con sabor delicioso.
Igual su grasa contiene ácidos grasos benignos, como omega 3,6 y 9, que ayudan a disminuir el colesterol malo, a diferencia del cerdo comercial.
Como parte del impulso a esta especie, llegada con los españoles, pero que al paso de los años ya tiene carta de naturalización, se ha lanzado un producto igual típico en la región: la longaniza, que se comercializa destacando que es con carne de cerdo pelón mexicano criado en libre pastoreo de manera ecológica, sin hormonas y libre de antibióticos.
El kilo cuesta 200 pesos y el sabor es insuperable, todo un platillo gourmet. Los pedidos se pueden hacer 999 222 5545.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]