Si de tradición se trata, los tamales “Uno de los 4 hermanos”, son ese ejemplo familiar por enaltecer la gastronomía del Estado.
Esto, sin que exista un secreto especial para mantenerse en el gusto de los yucatecos, más que el amor por la elaboración de los productos, de acuerdo con el propietario Silvio Valdez Cauich.
Un camino que empezaron a recorrer juntos los fundadores Florencio Valdez Tamayo y Sarita Cauich Aké, matrimonio que dio vida a cuatro hijos: Nelsy, Hilda, Sara María y Silvio.
“Cuando yo me casé a los 18 años, con mis papás estuvimos trabajando mucho tiempo, ya después nos fuimos independizando y así empezamos a ponerle Uno de los 4 hermanos, porque los clientes nos reconocían que éramos de la misma familia, por eso nació el concepto, los mismos clientes nos bautizaron”, dijo don Silvio Valdez Cauich.
Cabe señalar que el sitio donde todo comenzó, en la colonia García Ginerés, conocido como “Los 4 Hermanos”, actualmente es administrado por Sara María, mientras que don Silvio tiene a su cargo las sucursales.
“Nos mantenemos en el gusto de la gente y se sigue adoptando el consumir el tamal yucateco, que nos tiene bien marcados, hay que seguir con las tradicionales, sobre todo en eventos como las fiestas infantiles, donde existe la costumbre del platillo con el tamalito, que no se pierda, que se mantenga viva”, afirmó.
Para Valdez Cauich, la magia de “Uno de los 4 Hermanos” viene de los sentimientos, del alma, es una herencia.
“No hay secreto, tamales son tamales y muchos los preparan, cada uno tiene su forma, su estilo de prepararlos, nosotros tuvimos una escuela familiar, aprendimos a trabajarlo como lo hacían mis padres y nos enseñaron a hacer el producto bien, completo, con todos sus condimentos, nunca escatimar en la materia prima, comprar los mejores insumos para el proceso, cosas frescas, siempre buscando la calidad”, indicó.
“Hay algo muy importante, tenerle amor a lo que estamos haciendo y eso nos ha dado mucho éxito, los mismos clientes con sus halagos nos motivan a continuar y seguir luchando en esta labor, aumentar y vender más producto, eso nos ha permitido abrir más sucursales, tener otra visión. Mucho amor, mucha conciencia en lo que preparamos, al final el consumidor es el que va a juzgar”, agregó.
El núcleo familiar y el estar siempre arropados por los seres queridos ha facilitado el esfuerzo de tantos años.
“Primero mis papás, nosotros y ahora hasta mis hijas ya entraron, es un momento muy bonito, compartes con la familia en lo laboral, habían jornadas muy cansadas, pero convivimos mucho, siempre teníamos la casa llena, con las elaboraciones y después nos juntábamos a almorzar, platicar, es muy importante es parte en el negocio”, manifestó. “Ahora en mi caso ando un poco alejada por los nietos, hay que cuidarlos, pero trabajamos cerca de 30 años y seguimos aportando, realmente la familia es lo principal, es algo fantástico. La calidad es fundamental para seguir en el gusto de la gente, supervisamos la producción, que todo salga bien, tener todo y que se siga manejando como lo hemos hecho siempre, todo se pesa, pendientes que tenga las medidas exactas”, expresó por su parte doña Isela Moguel González, esposa de Valdez Cauich.
El deseo es que el legado continué por varios años más y por azares del destino don Silvio y doña Isela igual tuvieron cuatro hijos: Nayeli, Nelsy, Ulises y Eduardo Valdez Moguel.
“Ya los nietos andan aportando al negocio en fechas extraordinarias, meten el hombro fuerte. Que continúe, me encantaría que esto siguiera, nosotros no estamos tan de retirada, pero ya podemos empezar a denegar a las nuevas generaciones. Sigue la dinastía de los 4 con mis hijos”, aseveró entre risas.
“La idea es que permanezca, además está el equipo de empleados que son familias que han convivido mucho con nosotros, gente que han colaborado bastante tiempo y son parte de la familia, que siga sirviendo como apoyo para los trabajadores porque son parte importante en el negocio”, añadió.
Y como sucede en prácticamente todos los ámbitos, al paso de los años hay que actualizarse, los métodos cambian y actualmente la tecnología está presente a cada instante, todavía con mayor fuerza a raíz de la pandemia.
“Es un negocio noble, que mis papás lo trabajaron diferente, a ellos los recomendaban de boca en boca, tienen clientes que es gente mayor. A nosotros nos toca tratar de innovar con servicio a domicilio, las nuevas plataformas digitales, que se siga conservando la tradición y que llegue a las nuevas generaciones”, señaló Nelsy Valdez Moguel.
“Es muy común que te encuentren ollitas de tamales en la calle, nosotros tenemos que hacer que el cliente note que nuestro producto es diferente, para las mamás modernas igual es más fácil la pizza o el hot dog, pero hay que ver la forma de mantener el tamal de fiesta con el merengue, el spaguetti, que se encuentre siempre”, consideró.
“Uno de los 4 Hermanos” ofrece al público vaporcitos de espelón con pollo, tamales de carne molida, chaya con queso, colados y sólo pollo, además de brazo de reina y mucbipollos. Incluso, cuentan con algunas presentaciones estilo México como mole, verde y rajas con queso.
Si usted desea deleitar su paladar, los puede encontrar en la Matriz de la García Ginerés, en Plaza Cascada (sucursal norte), Francisco de Montejo, Pensiones, Zona Oriente, Macro Plaza y Caucel.
