[vc_row][vc_column][vc_column_text]Yucatán presenta un atraso de 22 años en la aplicación de la educación inclusiva en los menores de edad con problemas de capacidad limitada, irregularidad derivada del desinterés gubernamental, afirmó la presidenta de la Asociación Yucateca de Padres de Familia Pro Deficiente Mental (Apaydem), Dulce María Caballero Encalada.
“En 1995 se efectuó el Seminario sobre Integración Educativa, y hasta el momento sólo tres entidades federativas ya aplican las ventajas que tiene las respectivas estrategias”, acotó.
A excepción de algunas escuelas particulares, esta nueva forma de enseñanza no se aplica en los planteles públicos de educación primaria, por lo que es notable el atraso, además del desinterés de las autoridades gubernamentales.
Por su parte, la especialista Martha Castro Castro enfatizó la importancia de avanzar en la transición de una educación especial a una inclusiva, lo que permitiría un mayor beneficio para las personas con alguna capacidad limitada así como a las que tienen un mayor grado de aprendizaje.
Numerosas son las limitantes que han provocado su nula aplicación en Yucatán, empezando con el desinterés, la falta de recursos económicos, la carencia de profesionales preparados para la inclusión de la educación, y la desactualizada currícula que se imparten en las escuelas, principalmente.
Agregó que con respecto a Estados Unidos, México está muy atrasado, pues ahí el 97 por ciento de las escuelas son inclusivas, es decir, “el concepto de una escuela especial está fuera de lugar”.
En conferencia de prensa expresó que “el proyecto es lograr que dejemos atrás las escuelas especiales y que transitemos en una sola escuela, una que atienda a todas las personas independientemente de su condición”.
La estudiosa remarcó la parcialidad de la atención a niños con discapacidad, pues “están integrados a programas pero no están incluidos”, ya que se carece de las estrategias para su desarrollo pleno.
Dulce María Caballero lamentó que en ningún momento se incluye a los organismos no gubernamentales para el desarrollo conjunto de programas, estrategias y actividades para la mejor atención de personas con alguna “discapacidad”.
“A excepción de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), el gobierno estatal nunca nos invita a sus actividades de política pública”, expresó.
Los dos objetivos fundamentales de la educación inclusiva son la defensa de la equidad y la calidad educativa para todos los alumnos, sin excepciones, la lucha contra la exclusión y la segregación en los procesos de enseñanza.
Indicó que en Yucatán “no hay una igualdad entre los niños de la ciudad que presentan alguna discapacidad en comparación con los del interior del Estado”, subrayó durante la conferencia de prensa.
Hasta el momento, sólo la Ciudad de México y Zacatecas cuentan con manuales y programas de educación inclusiva en escuelas primarias públicas, mientras que en Monterrey, Nuevo León, está la única universidad que se enfoca a este tipo educativo.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]