Potencial riesgo de desplome del edificio de Sidra Pino

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Pese el peligro de desplome total que representa el edificio que una vez albergo la industria refresquera Sidra Pino, debido al derrumbe parcial registrado hace poco más de tres meses, hasta el momento sigue sin iniciar obra alguna para evitar este tipo de accidentes.

Asimismo, el inmueble ubicado en la calle 63 con 72 del barrio de Santiago Apóstol está fuera de la lista de la Segunda Etapa del Programa de Rescate de Fachadas del Centro Histórico, el cual realiza el Ayuntamiento de Mérida.

Aunque la labor le compete al propietario del lugar, el empresario Víctor Erosa Lizarraga, hasta el momento no hay acción alguna para realizar los trabajos de restauración y mantenimiento del inmueble, así como para colocar puntales en las zonas de alto riesgo de colapso.

Por ende, ignora las recomendaciones otorgadas por la comuna así como por la Unidad Estatal de Protección Civil (Procivy).

Incluso, hasta el momento, Erosa Lizarraga aún no entrega el respectivo anteproyecto al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Yucatán, el cual sería analizado y posteriormente aprobado para su realización.

Sin embargo, el desinterés del empresario pone en riesgo a los transeúntes así como a los automovilistas, ante el riesgo de un nuevo derrumbe, aunque en ésta ocasión seria de mayor dimensión, dada la precaria condición en el que se encuentra el inmueble.

El pasado 4 de julio se registró el segundo derrumbe ocurrido en el Centro Histórico de Mérida, en esta ocasión fue el desprendimiento de una parte de la cornisa de la fachada de la planta de la Sidra Pino, la cual cayó en la vía pública.

De manera inmediata personal de Protección Civil Municipal y bomberos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), acordonaron el sitio para evitar incidentes.

El deterioro del edificio aumentó drásticamente luego de que la empresa quebró financieramente, y más aún, durante la huelga, ya que en todo momento se impidió el paso al inmueble

En su momento, el delegado del INAH Yucatán, Eduardo López Calzada, anunció la posibilidad de autorizar el desmantelamiento parcial del edificio, y de acuerdo con el diagnostico estructural se realizaría un proyecto de intervención del inmueble, pero hasta el momento no se informa sobre los resultados del estudio.

Historia

El inmueble pertenece a la empresa Construcciones e Inmuebles de Yucatán, la cual fue notificada de las acciones a efectuarse como medida de prevención.

Asimismo, por muchos años, a partir de 1925 albergó a la Embotelladora de Refrescos Pino SA, en la cual se elaboraban diversas marcas de bebidas, entre ellas la famosa marcha de “soldado de Chocolate”.

La reciente remodelación se efectuó en la década de los 80s del siglo pasado, con la ampliación de la empresa, la cual vino a la quiebra cuando ésta quedó en manos del empresario Víctor Erosa Lizarraga.

El edificio quedó en el abandono, y la situación de complicó cuando el 20 de diciembre de 2010, Erosa Lizarraga “cerró las puertas” de la empresa, afectando a poco más de 100 familias.

El 20 de enero de 2011 estalló la huelga, evento en el cual dio fe un actuario de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, la cual llegó a su fin en julio de 2014.

Debido a todo ello, el inmueble sufrió un mayor deterioro, y con las lluvias, es mayor el riesgo de otro incidente.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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