Como cada año, la Unión Nacional de los Trabajadores llevará a efecto este 31 de enero su tradicional Jornada Nacional de Lucha, y en Yucatán unas 32 organizaciones tomarán parte en una marcha que partirá del Parque de Santiago hacia la Plaza Grande, para posteriormente organizar un mitin frente a Palacio de Gobierno.
El movimiento tendrá lugar de manera simultánea en las principales ciudades de la República. A nivel local, participarán aproximadamente mil 200 empleados, a partir de las 16.30 horas.
“Son días donde nosotros los trabajadores tenemos que expresar lo que necesitamos, lo que nos hace falta, lo que requerimos y el apoyo que necesitamos de toda la ciudadanía”, expresó Javier Méndez Tamayo, secretario general del Sindicato del Monte de Piedad, en rueda de prensa, efectuada este día, en la sede de este organismo.
Por su parte, Abelardo Moguel Cárdenas, secretario general del Sindicato de Telefonistas, resaltó que proponen un diálogo social para encontrar soluciones a los conflictos laborales vigentes como los que involucran a empleados del Monte de Piedad, Nacional Financiera, Banco de Comercio Exterior, los Bomberos, Sindicatos de Educación, Ciencia y Cultural, entre otros sectores demandados.
Como trabajadores, solicitan canales de interlocución permanente con el Poder Ejecutivo Federal y los Gobiernos locales, para que se diseñen políticas públicas acordes con los intereses de los trabajadores.
“Esta jornada se llevará a cabo con la exigencia del diálogo social en torno a nuestra agenda laboral inmediata y nuestro proyecto alternativo de nación, los trabajadores del campo y la ciudad exigimos que las diferentes fuerzas políticas involucradas en la contienda electoral tomen en cuenta las propuestas de las organizaciones sindicales, campesinas y sociales, en este año de elecciones que habrá de definir el rumbo que seguirá nuestra nación”, indicó.
“La importancia de ese diálogo social se acrecenta si tomamos en cuenta que aún las propuestas planteadas por el Poder Ejecutivo, entre las que figuran la autorización de incrementos a los salarios mínimos superiores a la inflación o que se garantice que las pensiones de los trabajadores sean equivalentes al último ingreso que percibieron como personal activo, han sido objetivo de fuertes presiones por parte de lo empresarios, quienes buscan preservar así sus márgenes de ganancia a costa de los empleados. Igual suerte ha tenido la iniciativa para reducir la semana laboral de 48 a 40 horas, con pago de 56”, agregó.
