La huaya, más que un ingrediente del suculento ‘xec’

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Con el objetivo de aportar conocimiento básico y conservar los recursos genéticos de la región, la Unidad de Recursos Naturales del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) realiza investigación sobre los árboles frutales nativos tropicales.

El doctor Jaime Martínez Castillo, profesor-investigador y director de la Unidad de Recursos Naturales, actualmente realiza investigación acerca de la domesticación de la huaya india (Meliccocus oliviformis Kunth) con el objetivo de generar conocimiento acerca de esta especie para, eventualmente, ser utilizada en estudios de mejoramiento genético, obtención de variedades elite, etc. Cabe destacar que este trabajo de investigación se realiza en colaboración con el Dr. Daniel Potter, de la Universidad de California, en Estados Unidos, así como con el Dr. Rubén Andueza, catedrático Conacyt.

En entrevista, comentó que la huaya india es un árbol nativo que presenta una distribución geográfica disyunta, con poblaciones silvestres en la península de Yucatán y en la región noreste de Suramérica, pero no en Centroamérica ni en el Caribe. Esta distribución no ha permitido saber en dónde se originó esta especie y tampoco se tiene conocimiento sobre su domesticación, a pesar de ser una planta ampliamente consumida por los mayas desde la Época Prehispánica.

El doctor Martínez Castillo expuso que la huaya india es una de las diez especies del género Melicoccus, de las cuales sólo tres se cultivan. Una de ellas es la huaya cubana (Melicoccus bijugatus), especie de origen suramericano, que es la que mayormente se vende en los mercados de Mérida, en Yucatán, principalmente porque las características de la cáscara (grosor y dureza) permiten que el fruto tenga más tiempo para ser consumido, posterior a su cosecha. Además de ser consumido en fresco, el fruto de la huaya cubana puede ser consumido en mermeladas, bebidas dulces e, incluso, alcohólicas, caso contrario a la huaya india, cuyo fruto posee una cáscara más delgada y aterciopelada, lo que le da menos tiempo de vida después de ser cosechado.

Asimismo, comentó que además de la alimentación, este árbol podría ser útil como medicinal, pues pertenece a la familia Sapindaceae, la cual incluye otras especies cuyo uso medicinal es reconocido, como la misma huaya cubana, el lychee (Litchi chinensis) y el rambután (Nephelium lappaceum), estos dos últimos, de origen asiático.

Mencionó que la huaya india es un árbol con follaje exuberante, da frutos ovulares que van del color verde lima hasta el rojo vibrante. En cuanto a los sabores, indicó, pueden encontrarse muy variados, desde ácidos a dulces, dependiendo de su origen silvestre o cultivado. Cabe mencionar que la huaya india es una especie en proceso de domesticación incipiente, por lo que no existe una clara separación entre las características de los frutos silvestres y los cultivados, existiendo en estos últimos una gran variación morfológica como resultado de un intercambio genético con árboles silvestres.

Finalmente, el investigador resaltó la importancia de generar conocimiento básico sobre las especies nativas de México, lo cual permitirá proponer estrategias de conservación de estas especies y también ser aprovechadas por científicos de otras disciplinas (por ejemplo, fitomejoradores y bioquímicos) para hacer un aprovechamiento más sustentable de los recursos genéticos de México, en beneficio de los productores del país y de la sociedad en general[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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