Yucatán ocupa el sitio 17 de la tabla nacional de endeudamiento público con 8 mil 97 millones de pesos de empréstitos a banca pública y privada. En los últimos 12 meses, la deuda pública se ha incrementado debido a las altas tasas de interés que cobran las instituciones fiduciarias. Si bien, nuestro estado ha logrado anticipar pagos y reducir la deuda, la condición del cobro de intereses impacta de manera directa en las finanzas estatales.
El reporte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), destallan que, 30 estados del país lograron reducir su deuda en 2022, solo dos estados, Michoacán y Jalisco aumentaron sus pasivos al no poder cubrir en tiempo sus coberturas y vencimientos establecidos.
Al cierre del primer trimestre de 2023, el saldo de la deuda de los estados y sus entes públicos fue por 641 mil 608 millones de pesos, lo que significó, en términos reales, 4.7 por ciento por debajo del cierre del año pasado y 3 por ciento menor respecto al mismo trimestre de 2022, de acuerdo con información de Hacienda.
En origen, desde 2010 algunos estados del país iniciaron la contratación de deuda privada -bancos privados- cuando las tasas de interés contraladas por el Banco de México se establecían en 3 por ciento. Durante una década, la sostenibilidad económica se equilibró y mantuvo con tasas de interés muy bajos.
Sin embargo, la pandemia y el proceso inflacionario por condiciones de cadenas de suministros obligó a partir de 2020 a elevar estas tasas de interés, situación que al cirre del primer trimestre del 2023 es del 11.25 por ciento, afectando las finanzas públicas por pagos en tiempos de vencimiento.
En este contexto, ‘el dinero barato’ fue visto por los gobiernos locales como una muy buena oportunidad para complementar los programas de gasto y no quedarse atrás en la carrera de la modernización de sus entidades. En este momento, la situación se ha complicado primordialmente para los estados cuya deuda es muy alta y el pago de intereses se convierte en una situación de apremio en el ajuste de su balance administrativo.
En este contexto y según cifras de la propia dependencia federal hacendaria, Yucatán el estado número 17 que logró reducir hasta en un 5 por ciento el pago de intereses sobre la deuda estatal. La capital del país es el estado más endeudado con 97 mil 108 millones de pesos, seguido de Nuevo León que adeuda 95 mil 193 millones de pesos y en tercer sitio se ubica al Estado de México que debe 60 mil 400 millones de pesos.
Los estados menos endeudados, según reporta la institución hacendaria son: Tlaxcala y Querétaro, que no han solicitado empréstitos bancarios en los últimos 5 años. En ordes ascendentes aparece: Baja California Sur, cuya deuda es de mil 627 millones; Campeche, 2 mil 227 millones y Guerrero con 2 mil 802 millones de pesos.
Los estados que más redujeron su deuda estatal en el primer trimestre de 2023 son: Guerrero, que redujo en 25,8 por ciento; Tabasco que contrajo sus pagos en 21,2 por ciento; San Luis Potosí que aminoró el impacto económico en 10,8 por ciento de su deuda estatal, Nayarit con 9,2 por ciento y Baja California Sur en 7,1 por ciento.
En los últimos tres años, el costo del endeudamiento aumentó en poco más de tres veces. Aquí cabe decir que la tasa del banco central es la tasa de referencia para la banca comercial, incluso para la banca de desarrollo y, en general, para el sistema financiero del país.
De los 30 estados del país endeudados, 28 redujeron su deuda en términos reales en el primer trimestre del año respecto al cierre de 2023, situación que no se había visto en por lo menos los últimos diez años.
