En su despedida de la Plaza Mérida, donde lamentablemente no pudo hacerlo de manera triunfal y las orejas se le escaparon, el rejoneador español, Pablo Hermoso de Mendoza, calificó al Coso de Reforma como una de las sedes más importantes del país y exhortó al público local a no dejar morir “la fiesta brava”.
Cabe recordar que el primer festejo de la temporada sirvió de marco para la última presentación del centauro navarro en la capital yucateca como parte de su gira del adiós, aunque finalmente Diego San Román se llevó la tarde con un par de apéndices.
“Volví a reencontrarme con la Mérida después de dos años sabáticos por la pandemia, con este público que me apoya siempre, que me sigue siempre y que me ha hecho grande, es una de las plazas más importantes para el toreo a caballo que hay en la República mexicana”, expresó.
“Aquí siempre han disfrutado la fiesta y la han enaltecido, se lleva con rigor, con exigencia, como las grandes plazas del mundo, que sigan así, con esa entrega cuando las cosas salen bien y que no la dejen morir, que es parte de nuestra cultura, herencia y nuestra manera de expresarnos”, agregó.
Hermoso de Mendoza lamentó que no haya tenido suerte en su última presentación en esta ciudad, aunque en realidad su único error se presentó con la espada.
“No me pude despedir con una obra de arte, el primer toro no sirvió, pero el segundo fue de las faenas importantes, de las más redondas, de las más artísticas que he podido hacer aquí en Yucatán y toda la geografía”, manifestó.
“Que pena que lo pinché, lo quería matar en todo lo alto, pero encontré hueso, ahí estuvo el problema para no redondear esa rotunda actuación que había cuajado, aunque creo que quedará en el recuerdo de todo el mundo y en mi caso en el corazón”, añadió.
El rejoneador destacó que la tauromaquia le ha dado todo, ha dedicado y volcado su vida a engrandecer la fiesta y lo piensa seguir haciendo, sobre todo porque ya viene su hijo que le otorgará la oportunidad de seguir viviendo la adrenalina.
“Espero tener salud para torear de vez en cuando para alguna causa benéfica o corrida especial, sentirme vivo en la profesión y no cerrar esa puerta a mi vida artística”, dijo.
“México ha sido mi segunda patria, mi segunda casa, de los últimos 24 años, aquí he pasado la mitad de casa uno, viendo crecer a mis hijos también, con todos los vínculos que eso conlleva y esas raíces. Me deja un bagaje de cariño, cultura, apoyo de hermandad con el pueblo mexicano, cuando me preguntan de dónde soy, lo pienso por mis hijos si mexicano o español”, concluyó.
