El rápido crecimiento económico en el sector de servicios del estado ha obligado a un desequilibrio en la demanda de la mano de obra para el ramo restaurantero, tiendas departamentales, comercios y negocios de ventas al menudeo. En su caso, la Canirac establece que, la apertura de nuevos centros de consumo del sector de alimentos y bebidas está demandando más mano de obra con bajos resultados.
La Canirac dio a conocer que, el déficit de personal en el ramo de restaurantes sigue siendo muy alto, un fenómeno que se está dando por la cantidad de comercios de este sector que están aperturando principalmente en la zona norte de la ciudad.

En datos de la Canirac, en la actualidad hay disponibles unas mil 500 plazas vacantes solamente en Mérida, en tanto que esta misma condición se está presentando tambien en algunos municipios con vocación turística y se anticipa la contratación rumbo a la temporada alta decembrina, cuando los comercios del ramo de alimentos generan muchas más ventas.
Según esta cámara empresarial, en Yucatán continúa el déficit de mano de obra en el sector restaurantero fenómeno que no se ha disipado desde los años álgidos de la pandemia de Coronavirus, actualmente en promedio cada unidad de negocio de este sector adolece de entre uno y dos empleados.
La situación implica, una alta rotación de personal y también una serie de condiciones que desequilibran la productividad de las empresas ante la necesidad de contratar personal sin experiencia o en su caso, sin las capacidades necesarias en la atención de clientes y comensales.
La Canirac detalla en este informe que, durante los momentos más complicados de la contingencia sanitaria, 20 por ciento de sus unidades tuvieron que bajar sus cortinas y como resultado, el capital humano se vio obligado a ocuparse en otras actividades económicas.
La industria restaurantera es una de las principales fuentes de empleo en el sector terciario para la entidad. Sin embargo, a raíz de la pandemia, una buena parte del personal tuvo que cambiar de giro sus actividades, emplearse en otro sector, lo que ha obligado a un fuerte déficiti de personal que aun no se recupera.
Esta situación está acumulando condiciones de carácter administrativo, porque en ocasiones se está trabajando con personal a doble turno en algunos centros de consumo que tienen horario extendido, como es el caso de restaurantes de cadena, o en las empresas de sucursales en plazas comerciales, con horarios que superan las 8 horas de trabajo exigidas.
El sector de alimentos y bebidas tuvo un ligero equilibrio en los primeros meses del año, pero, posteriormente se han dado situaciones complicadas en la contratación de mano de obra, lo que, obliga a buscar estrategias adeucadas para mantener la plantilla laboral y preparar las tareas de capacitación para mantener la calidad en el servicio ante la próxima temporada alta, se informó.