Pepenadora vivió tres días con el cadáver de su esposo, en el puerto de Progreso

PROGRESO, 7 de enero de 2020.- Al parecer, Francisco L.P., un bebedor consuetudinario de 69 años, tenía un genio de los mil demonios y no le gustaba que lo molestaran cuando estaba durmiendo.

Por eso desde que se acostó a dormir el pasado viernes en una hamaca, su esposa no lo despertó para nada, sino hasta ayer poco después del mediodía, cuando fue a verlo y seguía “durmiendo”.

Esto le pareció extraño a la mujer, de 70 años y dedicada a la pepena. Entonces comenzó a llamarlo y como no le respondía se acercó a tocarlo y lo encontró muy frío.

En efecto, Francisco seguía “durmiendo”, pero otro tipo de sueño, el que muchos denominan el sueño eterno.

Los hechos ocurrieron en un predio de la calle 25 entre 86 y 88 del centro del vecino puerto de Progreso, hasta donde llegaron policías que constataron el fallecimiento de Francisco.

El cuerpo ya presentaba estado de descomposición, por lo que se presume que falleció desde el viernes, el día que se acostó en la hamaca.

Esto quiere decir que la mujer estuvo conviviendo con el cadáver durante tres días, y al parecer no se percató debido a su actividad como pepenadora, es decir, que estaría acostumbrada a olores desagradables y su sentido del olfato ya no repara tanto como lo podría hacer la nariz de otra persona.

Además, según se averiguó, el hombre era muy violento y solía maltratar a la mujer, quien al parecer para no recibir una reprimenda no lo despertó durante todos esos días.

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