Investigadores de Estados Unidos y México pretenden cultivar miel de abeja melipona en esta región costera, para aprovechar las 97 mil hectáreas de manglar con cuenta Yucatán, anunció el especialista de la Unidad Mérida del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), Jorge Alfredo Herrera Silveira.
Por ende, la etapa experimental de este proyecto pionero iniciará a finales de este mes, con la colocación de alrededor de 40 cajones de estas abejas sin aguijón en humedales de Dzilam de Bravo y Progreso.
Resaltó que el Estado ocupa el tercer lugar a nivel nacional en los de tipo manglar con cerca de 97 mil hectáreas.
Sin embargo, debido a la proliferación de asentamientos irregulares en toda la costa yucateca al año se degradan 100 hectáreas que se suman a las 20 mil ya afectadas.
Para aprovechar los humedales que aún se conservan para el desarrollo del proyecto Miel de Manglar, para lo cual participan investigadores del Cinvestav-Mérida, así como de las universidades autónomas de Yucatán (UADY) y la Nacional de México (UNAM), y de la Universidad Estatal de Michigan.
Expresó que esta iniciativa forma parte de las acciones de conservación y restauración de manglar que se realiza en la entidad, también se encuentran mujeres de las comunidades de Dzilam de Bravo y Chelem, conocidas como “Las Chelemeras”.
Indicó que la fase experimental del proyecto inicia a finales de febrero de este año, donde colocarán alrededor de 40 cajones de estas abejas sin aguijón en humedales de Dzilam de Bravo y Progreso, específicamente en mangle negro, para que las abejas se alimenten de las flores de esta formación vegetal.
El encargado del Laboratorio de Producción Primaria del Departamento de Recursos del Mar del Cinvestav-Mérida, dijo que durante un año harán las pruebas para que luego los investigadores de la Unión Americana analicen las propiedades y beneficios de la miel que se pueda obtener de las abejas.
Destacó que este proyecto es único, pues es la primera vez que se utiliza a esta abeja nativa de la región para este tipo de estudios, pues ya se ha implementado con otras especies de abejas.
Resaltó el doble beneficio del proyecto, ya que con la participación de mujeres de comunidades se incluye a la restauración del manglar negro y la preservación de la apicultura con abejas nativas.
Herrera Silveira explicó que se analiza la posibilidad de ver en qué sitios de manglar se restaura para implementar la producción de miel, con la melipona.
Remarcó las numerosas propiedades de la miel de abeja nativa, para el tratamiento de diversas enfermedades.
“La colaboración en estos proyectos contribuye a la adaptación basada en ecosistemas a través del aprovechamiento sostenible de los manglares, lo que contribuye al bienestar de las comunidades y a la conservación de los manglares de la península de Yucatán”, subrayó.
Actualmente, la iniciativa está en la fase experimental y se determinó las zonas donde se colocarán los cajones de cajones, una parte en la ciénega de Dzilam y otra en Progreso, para lo cual se reunió con los grupos de mujeres que van a colaborar.
Manglares, ideales para melinopicultura
