[vc_row][vc_column][vc_column_text]El pavor a la diabetes llevó a un meridano a tomar una drástica decisión, y no fue precisamente ponerse a dieta y hacer ejercicio, sino salir por la puerta falsa.
Héctor Flores, de 48 años y vecino de la comisaría de San José Tzal se enteró que era diabético, pero no quiso privarse del gusto de tomar bebidas alcohólicas, pese a que el médico le había dicho que lo suspendiera.
Este martes tomó sus copas y se ignora si envalentonado o deprimido, pero tomó la decisión de ahorcarse y poner fin a sus miedos.
Cerca de las 10:30 de la noche su esposa lo encontró sentando en una silla de plástico y lo estuvo llamando, pero como no respondía se acercó, solo para llevarse la macabra sorpresa de que su marido se había ahorcado.
Enseguida avisó a los servicios de emergencia y al lugar llegaron paramédicos de la SSP que confirmaron el fallecimiento.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
