Insuficiencia renal, cuarto factor de riesgo de muerte por Covid-19 en Yucatán

La insuficiencia renal crónica se convierte en Yucatán en el cuarto factor de riesgo de mortalidad por Covid-19 con cerca de 500 defunciones registradas, de marzo de 2020 a la fecha, informó la Secretaría de Salud federal.

Tras la aparición de la pandemia en la entidad, ya son 43 las comorbilidades que han provocado las defunciones entre los infectados, y las tres principales patologías son hipertensión, diabetes y obesidad.

Hasta hoy, la geografía de mortalidad sólo abarca 104 poblaciones, es decir, no hay occisos originarios de Quintana Roo y Tahdziú.

Por el momento, hay mil 194 defunciones por Covid-19, de los cuales, mil cinco carecían de antecedentes de enfermedades, es decir, no tenían comorbilidades, el 19.3 por ciento.

De acuerdo con la estadística, cuatro mil 189 tenía al menos una comorbilidad, de los cuales, dos mil 583 tenía hipertensión arterial, el 49.7 por ciento.

En segundo lugar está la diabetes, con dos mil 13 casos, el 38.7 por ciento, seguido de la obesidad, con mil 216, el 23.4 porcentual.

Asimismo, hay 465 casos de insuficiencia renal crónica, con 465 finados, el nueve por ciento.

La coordinadora de Prevención y Atención a la Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán, Flor Rodríguez Melo, explicó que cuando los riñones no funcionan correctamente o se ven afectados por algún padecimiento, la persona puede comenzar a tener problemas en las vías urinarias y también en otros órganos como, por ejemplo: el corazón y los vasos sanguíneos.

Destacó la importancia de prevenir y evitar diversas enfermedades que pueden afectar la función de los riñones, órganos principales del sistema urinario que se encargan de filtrar los desechos y sustancias tóxicas de la sangre, producen la orina, regulan la hidratación del organismo y normalizan la concentración en la sangre de sustancias como el sodio, el potasio, el calcio, el fósforo y el bicarbonato.

De igual forma, cuando una persona presenta complicaciones en la circulación de la sangre, la presión arterial o la glucosa, es muy probable que los riñones comiencen a presentar afectaciones de manera gradual si no se cuenta con un seguimiento médico; lo que hace aún más vulnerable a este sector de la población.

Comentó que cuando un paciente es diagnosticado con insuficiencia renal o con un mal funcionamiento de los riñones, es posible que algunos minerales importantes del cuerpo, como el calcio y el fósforo, se desequilibren, y sus niveles de vitamina D también se reduzcan, generando que los huesos comiencen a perder calcio y se vuelvan débiles con el tiempo.

Enunció algunos síntomas de insuficiencia renal aguda como la producción de una orina más oscura o ausencia de orina (anuria); mayor necesidad de ir al baño, sobre todo por la noche; retención de líquidos lo cual puede generar hinchazón de pies o tobillos; boca seca y problemas digestivos, somnolencia, cansancio o calambres nocturnos.

Puntualizó que para cuidar los riñones, el IMSS recomienda que se realice ejercicio, se controle la glucosa en la sangre, la hipertensión arterial, se mantenga una alimentación saludable y un peso adecuado, hidratarse de manera pertinente (de preferencia con agua simple y potable), no fumar, realizarse pruebas médicas al menos una vez al año sobre todo si se tiene diagnóstico de obesidad o cualquier otro padecimiento.

También exhortó a reducir el consumo de refrescos embotellados y los alimentos que contengan exceso de grasas.

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