Cinvestav al combate de hongos y bacterias que dañan patrimonio arqueológico

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Los hongos, bacterias y líquenes causan un grave daño al patrimonio arqueológico y colonial del Estado, sin embargo, científicos yucatecos encontraron la forma de minimizar la problemática que ocasionan dichos organismos.

La especialista de la Unidad Mérida del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), Patricia Quintana Owen, destacó la importancia de éste logro obtenido, cuya eficacia ya se aplica en las pinturas que hay en diversos edificios de la zona arqueológica de Mayapán.

Afirmó que se trata de uno de los logros obtenidos en el Laboratorio Nacional de Nano y Biomateriales (Lannbio) del Cinvestav – Mérida, el cual alberga una infraestructura científica de vanguardia para la caracterización de materiales en las áreas de química, física y biología.

Remarcó el trabajo conjunto con especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en el estudioso de cerámica y restos óseos precolombinos, así como las pinturas y murales mayas como coloniales, algunos de los cuales, con una antigüedad de hasta mil años.

“En investigaciones de materiales novedosos se trabaja en la obtención de sustancias que eviten la degradación de los materiales de construcción, sobre todo, las pinturas prehispánicas”, acotó.

Resaltó la búsqueda de materiales con actividad antimicrobiana que eviten el crecimiento de hongos, bacterias y líquenes y que puedan ser empleados en la restauración del patrimonio cultural prehispánico o colonial construido con roca calcárea.

“Varios investigadores han trabajado con óxido de zinc, y un grupo italiano trabajó también con hidróxido de calcio, con resultados favorables”, subrayó.

Quintana Owen estableció que en el caso del Lannbio, se labora en la combinación de zinc con calcio, se sintetizó un compuesto químico denominado zincato de hidróxido de calcio dihidratado (Ca[Zn(OH)3]2·2H2O).

Aunque ya está reportado en la literatura con aplicaciones para prolongar el ciclo de vida de las baterías de zinc y níquel, nadie había probado antes sus propiedades antimicrobianas, apuntó.

Los resultados mostraron que el zincato de hidróxido de calcio dihidratado evita el crecimiento de hongos y bacterias, por lo que continúa la realización de estudios de este material.

Incluso, adelantó actualmente se encuentran en el proceso de solicitud de una patente ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).

Añadió que la encargada de evaluar las propiedades antimicrobianas es Susana de la Rosa García, profesora investigadora del Laboratorio de Microbiología de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco.

Materiales arqueológicos

Quintana Owen tiene formación en el estudio de materiales inorgánicos, y se dedica en la investigación de diferentes sistemas con propiedades eléctricas u ópticas, principalmente materiales electrocerámicos.

“Mi formación me permite estudiar cualquier tipo de material inorgánico y eso me ha llevado a adentrarme en el área de los materiales arqueológicos”, apuntó.

Enunció que trabaja en colaboración con la coordinadora del Laboratorio de Bioarqueología e Histología de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Vera Tiesler Blos.

La especialista del Cinvestav – Mérida analiza materiales inorgánicos como restos óseos, pigmentos, piezas dentales o las incrustaciones de piedra en dientes.

Con el interés de identificar los materiales de las construcciones arqueológicas de la Península de Yucatán, labora con las restauradoras Diana Arano y Claudia García, del INAH Campeche y Yucatán, respectivamente.

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