La mafia que controla la pesca ha provocado en Yucatán un aumento del índice de alcoholismo, drogadicción y violencia familiar, además de la sobreexplotación de especies comerciables y comestible así como la captura en períodos de veda, coincidieron funcionarios, legisladores y representantes de asociaciones civiles.
En el marco de la mesa panel de Oceana, se explicó que recientemente, en Celestún se clausuraron tres sitios que compraban productos marinos en veda o peligro de extinción, pero se requiere una mayor vigilancia marina y terrestre.
El subsecretario y Pesca Acuacultura Sustentable de Yucatán, Víctor Alcántar Cárdenas, indicó que en esta ocasión se atacó los sitios que compran el ilegal producto, por lo que “no sólo los pescadores son los únicos culpables”.
Destacó el logro obtenido con este operativo, al investigar sobre los puntos que adquieren producto en veda, por lo que se ampliará la actividad en los demás puertos del Estado.
Por su parte, el senador Jorge Carlos Ramírez Marín reprobó el aumento de la mafia que se ha apoderado de la pesca yucateca, al grado que ya en una ilegal actividad organizada.
Ejemplificó el caso del puerto de San Felipe, donde se respetaba las leyes, acuerdos y vedas, por lo aquellos pescadores que infringían la ley se les aplicaba duras sanciones económicas y sociales.
Sin embargo, la situación cambió de manera drástica, en especial con la captura de pepino de mar, y las secuelas son notables y lamentables.
Actualmente se ha vuelto incontrolable la avalancha de pescadores de otras poblaciones del país, así como de buzos furtivos, para la captura de pulpo, langosta y pepino de mar, etc.
Al mismo tiempo se disparó el alcoholismo, la drogadicción y los diversos tipos de violencia, en especial, la familiar, problemas que también se han dispersado en los demás puntos portuarios.
“El costo social, ambiental y biológico es muy alto. Los dos últimos se pueden controlar a corto plazo, pero el primero tardaría más tiempo”, acotó.
Por su parte, la directora de la campaña de Transparencia de Oceana en México, Mariana Aziz, expresó que Canadá, Estados Unidos y México no respetan el Tratado T-MEC.
“México no combate la pesca ilegal y Estados Unidos no protege a las ballenas francas del Atlántico Norte, en peligro crítico de extinción”, subrayó.
Durante la reunión anual de las Partes del Tratado Estados Unidos-México-Canadá (T-MEC), Oceana afirma que dos años después de que los países firmaron el acuerdo comercial, México y Estados Unidos han incumplido con sus compromisos ambientales para proteger los océanos, poniendo en peligro la vida marina y a las comunidades de pescadores.
Señaló que entre los compromisos incumplidos de México y Estados Unidos está el combate a la pesca ilegal, la recuperación de especies sobreexplotadas y la protección de hábitats y especies marinas como la ballena franca del Atlántico Norte que se encuentra en peligro crítico de extinción.
Explicó que la falta de acción de México para combatir la pesca ilegal ya ha tenido consecuencias para el país y sus pescadores.
“México ha sido objeto de varios embargos comerciales en los últimos años y está perdiendo acceso a importantes mercados internacionales porque no podemos demostrar el origen legal de nuestros productos del mar; esto no solo afecta a la economía nacional sino también a los pescadores que dependen de estos mercados”, expresó.
Actualmente, Estados Unidos tiene un embargo comercial sobre el pescado del Alto Golfo de California. Desde febrero, Estados Unidos tiene prohibido el ingreso a sus puertos de embarcaciones mexicanas provenientes del Golfo de México.
El año pasado, de abril a octubre, México perdió su certificación para exportar camarón por no cumplir con los estándares para evitar la pesca incidental de tortugas marinas.
La Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca de México (Conapesca) estima que más del 40 por ciento de los productos del mar podrían provenir de la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.
Además, la sobrepesca en México afecta a 4 de cada 10 especies de peces, abundó la especialista.