‘El asesino de mi hermano no actuó en solitario’

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Claudia Méndez Contreras está decepcionada, intranquila, temerosa y tiene, sobre todo, el corazón desgarrado. Perdió a su hermano Luis Abraham González Contreras, asesinado brutalmente en diciembre pasado y, aunque Alejandro López Geded –presunto autor del crimen- está encarcelado, Claudia está segura que no fue el único involucrado en el homicidio.

Y el martes recibió otra mala noticia: El Juzgado Primero de Control del Centro de Justicia Oral de Mérida le otorgó a la Fiscalía dos meses más para el cierre de las investigaciones complementarias en el caso del homicidio de su hermano, cuyo cadáver fue hallado desmembrado y prendido fuego en un basurero al aire libre en Chelem. Claudia siente que la justicia no llega.

En las redes sociales gritó a los cuatro vientos: “Fue decepcionante a morir. En tres meses de investigación, la Fiscalía NO tiene nada concreto aún, el Juez les llamó la atención y advirtió que de no cumplir los multarían. El abogado que habíamos contratado, nos cobró pero hizo lo mismo que la Fiscalía, NADA…”, escribió en su cuenta de Facebook luego de la audiencia.

Yucatán Ahora platicó con ella. Claudia insistió en relatar los hechos paso a paso porque dice que se han publicado cosas al respecto que merecen directamente una sanción de la justicia por considerarlas fuera de contexto, morbosas y hasta aberrantes.

También dijo que está satisfecha con la investigación que se hizo para el esclarecimiento del crimen (a cargo de agentes de la Policía Estatal de Investigación). “De eso no tengo queja, el problema es que después de la audiencia de vinculación no se ha avanzado casi nada”

Claudia y Luis son hermanos de la misma mamá pero Claudia aclara desde un principio que no son medios hermanos, son hermanos completos. Claudia es diez años mayor que Luis y siempre fue como un “bebé” para ella. Eran muy unidos, se contaban todo, compartían todo.

Dos meses antes del trágico suceso los dos sentían la misma tristeza por la muerte de su abuelita, quien falleció a los 98 años. Luis también cargaba con otra tristeza: una prometida lo había rechazado por segunda vez. El 18 de diciembre Claudia había regresado de un viaje y Luis y una tía fueron a visitarla.

Platicaron hasta la madrugada y quedaron en que, al día siguiente, almorzarían juntos un potaje que prepararía la tía. Era el platillo preferido de Luis Abraham.

Ausente sin aviso

Pero él nunca asistió al almuerzo. Y desde el 19 de diciembre tampoco contestó las cientos de llamadas y mensajes de texto que su hermana, familiares y amigos le hicieron.

Luis rentaba una casa y, a su vez, le rentaba un cuarto de esa vivienda a Alejandro López “El Potrillo”, presunto autor del crimen. Desde hace un año compartían el mismo techo pero Luis ya le había comentado a su hermana que Alejandro no le pagaba la renta hacía meses y que pensaba en hablar con él para que abandonara ya la casa y se fuera a vivir a otro lugar. Luis conoció a Alejandro por un amigo que tenían en común.

Cuando se contactaron con Alejandro para preguntarles si había visto o hablado con su hermano, la primera versión que dio el acusado fue que Luis le dijo que había viajado a Isla Mujeres por trabajo (Luis era un fotógrafo de sociales, de bodas sobre todo) y que tampoco contestaba sus llamadas. A Claudia esto se le hizo sumamente extraño, ya que en la madrugada del martes habían hablado de comer potaje juntos y era muy raro que se fuera de improviso y que tampoco contestara el celular.

“Enano no seas gandalla, contéstanos el teléfono”, le dejó Claudia en mensaje de voz en el teléfono y ya estaba angustiada. El jueves la hermana mayor se contactó con Ana, una ex novia de Luis muy querida por Claudia y con quien el fallecido había tenido recientemente un acercamiento. La preocupación de Claudia creció cuando Ana le dijo que también había quedado con Luis y que no lo encontraba en ningún lado. Claudia colgó y corrió a la casa de Luis.

Casa con olor a muerte

Allí encontró a Andrés, uno de los mejores amigos de Luis, quien había venido de la Ciudad de México y tampoco podía contactarse con su amigo. Como Andrés vio por la ventana de la casa el celular de Luis sobre la mesa (probó de llamarlo y sonaba) se asustó porque pensó que su amigo estaba adentro, quizás desmayado. Entonces paró a un patrullero que se encontraba en la zona de Jardines de Norte para que lo ayudaran. Eran las 2:30 de la tarde y Alejandro, quien no estaba en la vivienda, dijo que iría a la casa a las 6 pm a abrir la casa.

Cuando Claudia arribó a la casa y la vio cerrada, corrió a buscar una copia. Cuando regresó Alejandro ya había llegado y la casa estaba abierta.

“Llegué y me metí corriendo a la casa y la vi asquerosa, como jamás la había visto. Estaba como enlodada y apestaba con un olor espantoso, ahora sé que era olor a muerto. Corrí en mi desesperación al cuarto de mi hermano y lo encontré completamente limpio, con la cama tendida y la ropa ordenada”, detalla Claudia.

De ahí se fue a la Fiscalía a hacer la denuncia, donde le pidieron los celulares de su hermano porque serían una prueba fundamental. Todo el tiempo los teléfonos permanecieron asentados en un lugar de la casa. Personal de la Fiscalía acudió a la casa a recabar pruebas y estuvieron trabajando toda la madrugada.

“Hasta ese momento yo creía que era un secuestro pero la Fiscalía me dio información de que había muestras de sangre en la casa y ya pensé que algo le había pasado. Tanto su amigo Andrés como yo comenzamos a dudar de Alejandro porque cambió su versión de la última vez que vio a mi hermano”, sentencia. Y Claudia solicitó una investigación en contra de Alejandro pero la Fiscalía le pidió que esperara las investigaciones pertinentes antes de poner una denuncia sin pruebas fehacientes.

La peor noticia

El 28 de diciembre reportaron el hallazgo de Luis. Claudia recibió la peor noticia: su hermano fue hallado muerto (su cuerpo estaba desmembrado y quemado) en un basurero en Chelem. El caso pasó de presunto secuestro a homicidio y Alejandro fue detenido por la policía. Desde entonces está preso.

“El martes fue la audiencia y nos desquició. El juez le llamó la atención a la Fiscalía porque no se hicieron las investigaciones pertinentes en el plazo pactado y les dio dos meses más. La justicia dice que Alejandro actuó como presunto ‘asesino solitario’, pero sabemos que esto no es así, que hubo personas que colaboraron en el asesinato”, indica Claudia.

El jueves 21 de diciembre, cuando Luis todavía estaba desaparecido para la familia, el papá de Claudia pasó por la casa, desesperado por su ausencia y vio a Alejandro acompañado de otro hombre, bajándose del auto de Luis. Esta persona ya fue identificada por el papá de Claudia y se presume que actuó en colaboración con Alejandro para deshacerse del cuerpo.

Según información que Claudia obtuvo del forense, es imposible que el cuerpo de su hermano (delgado pero de complexión musculosa) haya sido desmembrado y trasladado por una sola persona.

Ahora esperan que la Fiscalía investigue a fondo los hechos, ratifiquen la información proporcionada de presuntos involucrados y todos “tengan la pena máxima por lo que hicieron”, concluye Claudia, desesperada, intranquila, temerosa y con el corazón desgarrado.- CGO.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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