Yucatecos consumen maíz transgénico procedente de Estados Unidos

[vc_row][vc_column][vc_column_text]A consecuencia de la falta de regularización que prevalece en el país en la adquisición de maíz importado de Estados Unidos, los mexicanos consumen productos hechos con base a granos transgénicos, denunció la especialista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), María Elena Álvarez-Buylla Roces.

Por lo pronto, en México está prohibido el cultivo de maíz transgénico, sin embargo, éste forma parte de la dieta diaria, ya que las semillas modificadas genéticamente proceden de la Unión Americana, donde se permite el empleo agrícola destinado para alimentación humana.

Asimismo, la problemática también se registra en productos etiquetados, por lo que “los protocolos que deberían ayudar a separar el maíz transgénico del maíz convencional, para su comercialización, tienen ciertas fallas”.

Aclaró que la situación es más notable en el centro del país, y en el caso de Yucatán, desafortunadamente, el Estado carece de autosuficiencia alimentaria, por lo que también depende del producto cultivado y cosechado en la Unión Americana.

Consideró de urgente efectuar un estudio para determinar la presencia de transgénicos en los productos que forman parte de la dieta diaria de los yucatecos.

Entrevistada en conocido hotel del Centro Histórico de Mérida, comentó que al analizar los resultados de su estudio sobre transgénicos en los alimentos, se percató en el 90.4 por ciento de las 209 muestras de tortilla que examinaron tenía rastros de transgenes.

Asimismo, cerca de la tercera parte también tenía el herbicida glifosato, aseveró la también fundadora de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS), donde coordina el proyecto Alimentación sana.

La investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM indicó que analizó 367 muestras de alimentos compuestos en más de 90 por ciento por maíz, las cuales se colectaron entre 2013 y 2015, principalmente de la zona del Altiplano Central.

Añadió que se encontró que el 82 por ciento de la muestra contenía entre uno y 15 por ciento de material transgénico, de por lo menos una variedad de maíz modificado genéticamente, es decir, que contenían genes de otras especies que se introducen en un laboratorio corporativo.

“Esto implica que la mayoría de la población del país está consumiendo maíz transgénico y glifosato en sus tortillas de manera cotidiana”, subrayó.

Advirtió que “no hay estudios de inocuidad para el consumo de maíz transgénico en un país donde el 82 por ciento de las familias incluye las tortillas en su dieta diaria y en donde cada ciudadano consume, con poco procesamiento, entre 300 gramos y medio kilo de maíz al día”.

Para realizar el estudio, el equipo de investigadores recolectó 367 productos de maíz, entre ellos tortillas, harinas, botanas, tostadas y cereales. De cada uno de ellos se tomó una porción para molerla y extraerle el ADN.

Una vez obtenido el ADN del alimento, se dispusieron a detectar la presencia de los transgenes, pero se enfrentaron a un problema, ya que existen por lo menos 70 eventos transgénicos aprobados para comercialización y consumo.

Es decir, hay 70 diferentes tipos de maíz transgénico, cada uno con una combinación diferente de transgenes en su genoma.

 

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