[vc_row][vc_column][vc_column_text]En Yucatán se genera anualmente cerca de 11 millones de toneladas de bióxido de carbono, de los cuales, en 50 por ciento es generado por el transporte automotor y el resto, por la generación de energía, informó el secretario de Desarrollo urbano y Medio Ambiente (SEDUMA), Eduardo Batllori Sampedro
Indicó que en el caso del de la generación de electricidad, bien se puede reducir la generación del gas causante el efecto de invernadero, con el aprovechamiento de la energía renovable.
Para ello, ya se dio el primer paso y en breve empezará a funcionar la primera planta de generación de electricidad a partir de la energía eólica, la cual estará en Dzilam.
Comentó que en caso del CO2 propagado por el transporte automotor, la situación de torna más complicada, ya que se tiene que cambiar el mayor número de unidades, aunque bien se podría empezar con el sistema de transporte público de pasajeros.
Señaló que en Yucatán ya hay vehículos que se movilizan con energía eléctrica y otros que utilizan gas, pero aún son poco, y en el primer caso, son unidades del Ayuntamiento de Mérida.
Indicó que ante todo, se busca una transición no inmediata en la generación de energía renovable, y actualmente, el Estado cuenta con una capacidad de generación eléctrica de mil 532 megawatts, principalmente a partir de las centrales termoeléctricas y ciclos combinados, operados por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Productores Independientes de Energía (PIE).
Para el período de 2014 a 2028 se agregarán dos mil 349 de capacidad adicional, para satisfacer la demanda, un incremento del 132 por ciento.
Actualmente, Yucatán cuenta con importantes recursos de energía renovable, la solar y eólica, cuyas licencias están a cargo del gobierno federal, así como el uso de la biomasa y biogás, principalmente a partir del aprovechamiento de residuos orgánicos, es especial del agropecuario, cuya regulación está en manos del Ejecutivo local.
“Aunque estos recursos no reducirán directamente el consumo de combustibles fósiles para el transporte, puede disminuir la dependencia al gas natural para la generación eléctrica”, acotó.
Batllori Sampedro aseveró que el desarrollo pleno de las energías renovables disponibles en el Estado se deben efectuar sin lacerar el desarrollo social, observando los derechos de las comunidades y grupos vulnerables en la Península de Yucatán.
Al mismo tiempo se debe asegurar y salvaguardar los bosques y selvas, así como la biodiversidad que caracteriza la región, cuya diversidad y riqueza genera enormes beneficios económicos para la entidad.
Para ello se firmó un convenio con la Unidad Mérida del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV), para el diseño del contenido de la Evaluación Ambiental Estratégica (EAE), a través de talleres.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]