Uno de cada tres niños yucatecos sufre acoso escolar

[vc_row][vc_column][vc_column_text]El acoso es un problema que se multiplica, ya que niños, adolescentes y hasta adultos son sujetos de estos intentos de abuso. Según refieren docentes yucatecos, uno de cada tres niños sufre acoso en las escuelas, en redes sociales, en círculos familiares y grupos de amigos.

Al conmemorarse el Día Mundial contra el Acoso Escolar, maestros de educación primaria, secundaria y hasta bachillerato coincidieron en establecer que: este tipo de conducta agresiva se registra en muchos espacios escolares, centros de entretenimiento e incluso en el núcleo familiar.

En Yucatán, coincidieron en afirmar, se realizan campañas, hay espacios de información para la sensibilización de alumnos y profesores; sin embargo continúan de manera recurrente las denuncias, muchas veces por conductas aprendidas y otras más por las condiciones del sobre ejercicio de libertad que establecen las personas.

El acoso tiene muchas variables, estableciendo el bullying, donde incluso se ejerce de manera grupal contra niños y adolescentes por situaciones de carácter poco convencional, establece el psicólogo Raúl Peraza Peniche, ya que, en forma recurrente se intenta establecer las debilidades de las personas, provocando desánimo y presiones sociales contra los chicos que son sujetos de estos malos maltratos.

Peraza Peniche, docente de educación secundaria, explicó que en nuestro estado las cifras por acoso escolar no ceden. No hay cifras oficiales que den cuenta de este problema, apuntó, pero establecemos que el problema es igual para los niños en todo el país, esto indica que uno de cada tres estudiantes es acosado.

Insistió que, las campañas de concientización se realizan en los centros de primera enseñanza, pero el acoso se registra en todos los niveles escolares.

Por su parte, Mariana Güemes Solís, educadora y directora en un centro escolar, repuso: siempre es importante poder conocer a los niños, esto es importante porque cuando se presenta un hecho de acoso el menor es intimidado y pocas veces denuncia. Pero tanto los padres de familia como los maestros deben saber identificar estos problemas y atenderlos de manera inmediata.

Debemos aprender a identificar el problema, argumentó la entrevistada, entre las señales de que un niño  o joven está siendo acosado figuran: ropa desgarrada, temor a ir a la escuela, disminución del apetito, pesadillas, llanto o depresión, pide dinero extra para compra de alimentos y ansiedad general.

Otro factor que causa este problema es la advertencia de cambio de actitudes de un menor, en su carácter, autonomía, en sus determinaciones personales, porque el daño ocasiona una falta de actitud ante problemas simples y presiona a los niños afectados a aceptar tareas y condiciones le afectan en su estado de ánimo y seguridad personal.

El problema es que, el menor está expuesto tanto en sitios ajenos al hogar como en las redes sociales, en los espacios donde coincide con sus compañeros, e incluso en el núcleo familiar, por lo que es preciso establecer medidas puntuales por parte de padres o tutores para atender estos problemas y proteger a un menos que está siendo agredido en su intimidad y persona.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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