[vc_row][vc_column][vc_column_text]Esta mujer de alrededor de 50 años es agente funeraria. Su modus operandi es el siguiente: Llega al lugar del hechos donde murió una o más personas y detecta a los varones vivos y sufrientes, a ellos se acerca primero y no menciona su oficio. Los busca, los abraza y consuela, se solidariza con el dolor que padecen y cuando siente que está “amarrada” la operación funeraria, les cuenta a qué se dedica y ofrece sus servicios… Aunque no siempre de la forma más leal, como ocurrió hace unos meses.
Otro detalle; a Aurora le gusta trabajar sola, sin la mirada de sus jefes. Por eso, si su patrón o dueño de la funeraria donde trabaja quiere hablar con los dolientes, ella se niega: “No se meta, patrón, me va a hacer perder el servicio”, les dice. Y como vende, muchas veces sus patrones le hacen caso. Pero Aurora se las trae…
Aurora Ku vive en Mérida y trabajó hasta hace unos meses en la Funeraria Nieves de donde fue despedida por “ladrona”, en palabras de su dueño Andrés Nieves. Aurora estafó a una familia que había perdido a dos seres queridos en un accidente y cobró prácticamente el doble de un servicio. Se quedó con el dinero. Ahora Nieves enfrenta los reclamos de una parienta de los difuntos y quiere alertar a la población sobre Aurora, que hoy labora en otra casa funeraria.
En abril pasado, una familia veracruzana viajaba por el puente de caracol del Periférico con la salida a Campeche. El conductor Luis Alberto Gamboa perdió el control de la camioneta al intentar incorporarse al Periférico y se salió del camino. Perdieron la vida los acompañantes Jorge Gamboa, de 91 años, y Delfina Ramírez, de 69 años. El conductor y dos acompañantes más sobrevivieron.
Aurora se presentó en el lugar de los hechos y y ella manejó todo lo del servicio. Habían acordado 37 mil pesos por dos ataúdes, dos servicios de embalsamado y el traslado hasta Veracruz. Ella insistió en acompañar a los familiares hasta ese destino.
Lo que no sabía es que, desde allá, los planes de Aurora iban a dar un giro de 180 grados… O del doble del dinero.
Regresó días después y hasta cobró los viáticos que había gastado, siete mil pesos que se le pagaron. Tiempo después Gabriela Gamboa, hija del fallecido, se contactó con el dueño de la funeraria. Le dijo que el servicio había estado muy bien, pero preguntó por qué le cobraron tanto. “Fueron 37 mil por los dos cuerpos, todo incluido”, se le dijo. La mujer puso el grito el cielo: Aurora le había cobrado 70 mil pesos en total.
Aurora negó haber cobrado esa cantidad. “Ya habíamos tenido un caso de una clienta que se quejó antes, pero ella me juraba que no era así, que no era cierto. Sin embargo y ante la insistencia de Gabriela, terminé corriendo a Aurora. Ella se aprovechó del momento del dolor que sufrían estas personas”, señaló Nieves.
El dueño de la funeraria dice que Aurora ahora trabaja en otro lugar, mientras él sigue recibiendo los llamados de Gabriela desde Veracruz, pero dice que no puede responder por lo que hizo Aurora, aunque irá ante la justicia si esto pasa a mayores.
PITAZO Y MOCHAZO EN EL O’HORAN
Nieves asegura que Aurora sigue estafando gente: “Recientemente salió un vídeo en el Hospital O’ Horán, donde una mujer llora desesperada porque perdió a su hijo ¿Y quién crees que aparece en el vídeo parada detrás de esta pobre mujer? Aurora Ku, quien además no puede estar adentro del hospital, está prohibido para todas las casas que ofrecen servicios funerarios. Lo que pasa es que el personal del hospital les dan el “pitazo” cuando muere alguien para que vayan de la funeraria y ahí los mochan. Eso es monopolio que sólo perjudica a los clientes.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]