Una de cada tres veces que compras pescado en Mérida, te timan

El fraude en la venta de especies de especies de escama en Mérida crece, un estudio realizado por el organismo independiente Oceana, dio a conocer que, el 31 por ciento de las especies de pescado que se vende en supermercados, marisquerías y restaurantes es de baja calidad, se entrega producto suplantando la especie y no hay mecanismos para comprobar la trazabilidad del producto marino.

El organismo Oceana publicó el informe “Gato por Liebre”, en su tercera edición. El sondeo nacional sobre este problema, se realizó en noviembre del año pasado abordando dos puntos: Mérida y la capital del país.

El sondeo aportó importantes resultado, donde se corroboró que, los productos que se venden en supermercados, pescaderías y restaurantes se suplantan por especies de menor valor y calidad, sin origen de producción, lo que muchas veces atenta con las condiciones de las especies marinas y pone en peligro a estas especies de escama.

Mariana Aziz, Directora de Campañas en Transparencia Personal y Socios de Oceana AC, declaró que, la investigación se realizó en 2021 con el apoyo de compradores ciudadanos que aportaron su tiempo para adquirir pescado en comercios, pescaderías y restaurantes en ambas ciudades y entregaron las muestras de los productos adquiridos.

Puntualizó que, los resultados fueron evidentes, situación que pone en manifiesto la necesidad de una norma federal de regulación, control y trazabilidad de los productos marinos, principalmente de escama que se ofertan en el mercado y donde se advierte una claro abuso al consumidor que paga por especies que son sustituidas por producto de menor calidad y precio.

Subrayó que, con este objetivo Oceana, evaluó la sustitución de especies marinas para el consumo humano y encontró una sustitución de hasta el 59 por ciento. Declaró que, la sustitución de especies sucede cuando: nos venden una especie de menor valor como una especie más cara; También cuando nos dan una especie de importación o acuicultura como si hubiese sido capturada en mares mexicanos; y cuando nos venden especies en peligro o capturadas ilegalmente. 

Enfatizó que gran parte del pescado que se vende en sitios comerciales y de vervicio en Mérida son tilapia de criadero traída congelada desde Tailandia y China, que no tiene un certificado de producción y se cotiza como especies locales, ocasionando un timo al consumidor.

Recalcó que Ocaeana solicitó desde 2018 establecer una norma federal de trazabilidad para los productos marinos de escama que permita conocer con certeza el sitio donde se pescó una especie, la empresa, las condiciones de su traslado, las condiciones del procto congelado, lo que permitiría responder al problema de abuso en el consumo de una especie, respetar las vedas en especie de escama y control sanitario sobre estos productos marinos, señaló.

Dijo que, desde 2019 el organismo Oceana presentó la propuesta para establecer una ley de regulación de la producción marina y con ello, certificaciones para empresas de servicio sobre los productos; sin embargo, esta petición no ha progresado y todo el proyecto se encuentra detenido.

Mariana Aziz, dijo que, la Norma de Trazabilidad de Pescados y Mariscos, hizo un llamado a atender esta preocupación que podría dar fin a los problemas de sobre explotación como sucede en Yucatán con especies como el pulpo y el pepino de mar.

Comentó que, el reporte identificó que el tiburón puntas negras, tiburón grácil, y tiburón azul vendidos como “cazón” y bacalao. La especie Basa, pescado importado principalmente de Vietnam y China, se vende como corvina y lenguado, especies de pesca silvestre y nacional. El huachinango fue sustituido con bagre, especie con valor económico hasta tres veces menor.

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