Por Axel García
Este fin de semana, el presidente mencionó un “supuesto golpe de estado” por parte del “grupo conservador”. Este argumento si rememoramos todo el proceso por el cual pasó el México Independiente del siglo XIX, es bastante fuerte, pues por más de 50 años nuestro país tuvo serias dificultades para poder existir como una sociedad, frente a la amenaza de las potencias expansionistas europeas y Estados Unidos. Todo esto se debió a la falta de unión, entre dos partidos: liberales y conservadores, cada grupo bajo su juicio, consideraba que tenía lo que era mejor para este país.
En la actualidad se diría que el panorama político es totalmente distinto, en mayor o menor medida lo es. Sin embargo, nos encontramos en un ambiente de tensión política bajo el gobierno de Donald Trump: amenaza de aranceles, certificación de TMEC, (el nuevo tratado de libre comercio).
Bajo este contexto es necesario entender una cohesión de ideas, unirlas, analizar lo que está funcionando y lo que no está trabajando bien. Entender que el crecimiento económico es del 0% es un problema, que la inseguridad está en aumento, el desempleo se ha incrementado. Bajo esta premisa es necesario entender que un “golpe de estado” no arreglaría las cosas, básicamente empeoraría la situación.
Manejar este concepto es sumamente arriesgado, porque si recordamos un poco de historia, no es el mismo pueblo de hace 150 años, se optarían por medidas de conciliación.
¡Qué equivocados están los conservadores y sus halcones!
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) November 2, 2019
Pudieron cometer la felonía de derrocar y asesinar a Madero porque este hombre bueno, Apóstol de la Democracia, no supo, o las circunstancias no se lo permitieron, apoyarse en una base social que lo protegiera y respaldara
A modo de juicio, la actual administración debe de recordar que por medio del diálogo puede recuperarse y lograr una cohesión para trabajar juntos. Si sigue existiendo esta burbuja ficticia donde todo está bien y estamos mejor que antes, no arregla la situación.
Latinoamérica está pasando por un período de transición política y social y básicamente éstas erupciones sociales demandan un cambio, algo que no se soluciona con un referéndum. No, una sociedad debe basarse en respeto, diálogo y tolerancia donde las distintas partes acuerden sus puntos de vista y obtener el mejor resultado de ellas.