[vc_row][vc_column][vc_column_text]Si bien la caída petrolera no fue más que un ingrediente extra para el caldo de cultivo de crimen e inseguridad con el que ahora se atraganta Tabasco, sí fue un detonante para que el llamado edén entre a una espiral de violencia jamás registrada en su historia.
Los robos, asaltos y otros hechos violentos son el pan de cada día para los tabasqueños, muchos de los cuales han optado por emigrar hacia Yucatán, donde encuentran seguridad, o a Quintana Roo, donde hay fuentes de empleo.
En Villahermosa, la capital, la criminalidad pero sobre todo la impunidad se multiplican por doquier sin que las autoridades intervengan. Incluso algunas voces señalan que el gobierno es el principal cártel de la delincuencia.
Lamentablemente dos yucatecos han sido alcanzados este año por el largo brazo de la delincuencia tabasqueña. El primer caso fue el de Emma Gabriela Molina Canto, quien fue ejecutada en Mérida por dos jóvenes sicarios enviados por su ex esposo, Martín Alberto Medina Sonda, preso en el penal de Villahermosa por lavar dinero para el ex gobernador Andrés Granier.
El caso más reciente ocurrió apenas el viernes, cuando el empresario Jerry Barceló Cazola, hijo de la empresaria yucateca Tere Cazola, fue abatido por un sicario que iba en motocicleta se le emparejó y le disparó.
El empresario yucateco se había destacado por ser un duro crítico del gobernador Arturo Núñez Jiménez, por sus nulos avances en materia de seguridad.
Un indicador del grave problema que viven los tabasqueños es que sus niños y jóvenes aspiran a convertirse en sicarios antes que estudiar. Y de esto dieron muestra los ejecutores de Emma Gabriela en un video que subieron a redes sociales antes de asesinarla.
Esto quizá se deba a la forma en que han crecido los millenials, a quienes no se les inculcó la cultura del esfuerzo y quieren dinero y éxito con poco esfuerzo, pero tal vez se remonte a muchos años atrás, cuando por el gobernador Garrido Canabal consideró que la religión era un estorbo para los tabasqueños.
No pido que los tabasqueños sean mochos, pero sin duda que la religión, más que nada la espiritualidad, juega un papel muy importante para dar orden y sentido a la vida de las personas.
Incluso algunos filósofos recomiendan tener una espiritualidad, creer en algo, para tener una salud mental y valores de vida.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]