Sucesión en el PRI: ¿Quién es el más rentable?

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Por: Evangelina Balam

Enrique Peña Nieto ha dado a lo largo de su carrera dos muestras de madurez y pragmatismo político. La primera fue la designación de su sucesor al frente del Gobierno del Estado de México. La segunda, la acaba de dar al designar a José Antonio Meade como el próximo candidato del PRI a la presidencia de la Républica.

En ambas ocasiones el presidente a tenido que dejar de lado sus preferencias personales para privelegiar un objetivo: el triunfo electoral. No hay duda que si de afinidad o amistad se tratara el candidato del PRI a la presidencia hubiera sido Luis Videgaray o en su defecto Aurelio Nuño. Ambos desempeñaron un papel fundamental en la actual administración federal, pero la selección de candidatos, cuando se quiere ganar, no puede obedecer a simpatías, la única premisa que importa es ¿quién es el actor político más rentable?

José Antonio Meade es un candidato que rompe convenciones en el PRI. Para empezar no es militante de ese partido. Es un hombre de experiencia probada en el sector público. Es un perfil altamente competitivo ya que tiene la capacidad de atraer votos de sectores de la población que usualmente son contrarios al PRI y lo más importante, es honesto.

En Yucatán, Rolando Zapata tiene que tomar la decisión más difícil de su gobierno, ¿Quién lo va a suceder? Una mala apuesta podría ocasionar una derrota electoral que echaría abajo su proyecto y legado. Rolando debe ir a la mesa de negociación nacional con un solo objetivo: defender la propuesta de mayor rentabilidad, es decir, la que garantice el triunfo en las urnas.

El gobernador debería tomar muy seriamente la opción que ofrece Liborio Vidal, un perfil con grandes similitudes a Meade. Ambos son personajes con una sana distancia con el priismo tradicional. Los dos, son reconocidos por contar con una carrera profesional limpia, sin escándalos de corrupción. Ninguno es improvisado, tienen experiencia y han dado resultados.

Otro factor que los hace similares es que pueden atraer votos de mercados electorales ajenos al PRI; Liborio al ser empresario cuenta con amplias simpatías en el sector privado, mantiene una constante relación con el magisterio, la sociedad civil organizada, los grupos religiosos y ha demostrado ser capaz de llamar la atención del sector más dificil de convencer, los jóvenes.

Sin restarle mérito a los otros aspirantes, en un análisis pragmático, el PRI tiene en el vallisoletano a un peso completo de la arena electoral que debe cuidar y aprovechar.

Liborio es el contendiente más rentable no solo por las cualidades mencionadas, sino por que es posiblemente el personaje que podría ser el factor de unidad entre todos los grupos políticos priistas.  Los tiempos de las definiciones políticas llegaron y lo que está en juego no puede ser tomado a la ligera.

Si la tendencia nacional es hacia la honestidad, la experiencia, la reputación intachable y los resultados probados, en Yucatán debemos seguir el rumbo y ser congruentes.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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