Sobrino Argáez, al servicio del gobernador de Campeche

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Radar Político/Columna

Por si alguien sospechaba que Carlos Sobrino Argáez, ex presidente estatal del PRI, fue el que se encargó de desasear el proceso priista para elegir a su sucesor, en estos días quedará confirmado que el ex dirigente estuvo al servicio de Alejandro Moreno Cárdenas, gobernador de Campeche y quien fue uno de los que se encargaron de manchar el proceso interno en Yucatán.

Aspirante a la presidencia nacional del tricolor, el mandatario campechano se inmiscuyó en el proceso interno en Yucatán, pero pese a sus artimañas ni él ni sus aliados lograron sus propósitos.

El vínculo entre de estos dos personajes quedará evidenciado en estos días, cuando oficialmente se informe que Sobrino Argáez va a ser el coordinador peninsular de la campaña de “Alito” en busca de la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del PRI.

Adicionalmente la estructura en Yucatán será integrada por Francisco Medina Sulub, antiguo amigo de Moreno desde la juventudes priistas, y Gaspar Quintal Parra, experto en malas mañas, quienes fueron los que se encargaron del deaseo del proceso interno.

Sobrino Argáez se entercó en que fueran solo seis casillas en Mérida, y junto con Medina Sulub y Quintal Parra, fueron los que sembraron los votos de muertos para desacreditar el proceso.

Por cierto, Sobrino Argáez fue uno de los artífices de la derrota que sufrió el PRI en las elecciones de 2018, que lo llevaron a perder la gubernatura y varios municipios importantes de Yucatán.

Trascendió que Gaspar Quintal será el coordinador en Mérida y Francisco Medina lo será a nivel estatal.

Quintal Parra, subsecretario de Gobierno en el sexenio rolandista, tiene pésima fama por “coox virar”.

Solo por mencionar un ejemplo, durante la campaña del extinto Víctor Cervera Pacheco a la alcaldía de Mérida en 2004, Quintal Parra acusó a Víctor Caballero Durán de operar a favor de los panistas. Sin embargo, cuando Caballero fue secretario de Educación Quintal Parra no salía de la Segey.

Cuando fue diputado local operó en todo momento y cuanto pudo contra Rolando Zapata Bello, pero cuando éste llegó a la gubernatura no dudó en pedirle un “hueso” y se le dio una subsecretaría de Gobierno.

Además, fue señalado de ser uno de los artífices de la golpiza contra ciudadanos el 4 de julio de 2011 en el paso deprimido. Ese fue uno de los grandes tropiezos que llevaron al fracaso el proyecto político de Angélica Araujo.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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