Segundo robo en la parroquia de San Juan Bosco durante la pandemia

MÉRIDA.- Un segundo robo ocurrió en la parroquia de San Juan Bosco, donde amantes de lo ajeno se llevaron diversas pertenencias y destruyeron gran parte de las estructuras de la capilla.

En esta ocasión, el delito se dio en la capilla de Santo Domingo Savio, ubicada en la calle 81 entre 20 y 22 de la colonia Morelos Oriente, probablemente durante la noche del miércoles 22 o en la madrugada del jueves 23 de julio.
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“Los delincuentes forzaron los ventanales, al parecer con una lima metálica, y rompieron cerraduras de puertas, armarios y cajones, revolvieron todo, como si un ciclón hubiera pasado por ahí” informó el presbítero Jorge Martínez Ruz, párroco de la comunidad.

Señaló que los artículos que se llevaron fueron: dos copones metálicos, uno nuevo y uno viejo (vacíos ambos), tres micrófonos Shure y 2 micrófonos inalámbricos Steren (del altar) y un ventilador de piso de plástico Ciclone. También robaron una mezcladora Yamaha, un teclado Yamaha, un bajo Ibáñez, 6 micrófonos Shure y una mezcladora Pevey (todos estos del coro).

De igual manera, sustrajeron un distribuidor de plástico para agua purificada (sin garrafón), y vaciaron el refrigerador llevándose las vinajeras (del altar), una botella de vino de consagrar (a la mitad), 10 refrescos de sabor marca cristal y una cerveza Bud Light (todo bien helado), describió el párroco.

No conformes, ocasionaron daños en el interior, tiraron al piso un ventilador, el mantel del altar, y realizaron maniobras con la alcancía metálica (vacía), la cual no lograron abrir, ni siquiera con la combinación escrita que traía pegada a un lado.

También revisaron el sagrario inútilmente, pues estaba vacío, ya que debido al cierre del templo a causa de la contingencia sanitaria, por seguridad no se ha dejado la reserva eucarística.

El presbítero lamentó que a pesar de la contingencia sanitaria que se atraviesa, personas como éstas se dediquen a robar y dañar un centro religioso.

“Es una pena que la casa del Señor sea profanada por este tipo de actos, que lastiman no solo la economía parroquial, que de por sí ya es crítica, sino también que dañan a la comunidad al no respetar sus lugares y objetos de culto” indicó.

Aseguró que ya han levantado una denuncia en la Fiscalía Periférica #1, y ya están en las investigaciones correspondientes.

“Agradecemos a todos los vecinos de la capilla e integrantes de los grupos apostólicos que han estado apoyando. No dejemos de orar, para que se convierta el corazón de quienes han realizado este delito, y devuelvan los objetos de la iglesia y de la comunidad. Cuidemos nuestras casas y vigilemos nuestros templos, pues la ciudad está vacía por las noches debido a la reducción vehicular” manifestó.

De igual manera, exhortó a los vecinos de la colonia y alrededores a estar atentos, en caso de que quisieran vender los objetos robados.

Se trata del segundo robo que sufre la parroquia de San Juan Bosco durante la pandemia, luego de que el pasado 3 de julio, se registró el primero en la parroquia de la colonia Miraflores, ubicada a unas cuantas cuadras de la capilla donde ocurrió el segundo sacrilegio.

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