Rubén, el niño meridano con esófago incompleto y abandonado por su seguridad social

Desde sus primeros días, la vida no ha sido fácil para el pequeño Rubén Cervera Luna, quien nació con una arrecia esofágica tipo 1, es decir, que su esófago no está conectado con su estómago, lo cual le impide ingerir alimentos como naturalmente estamos acostumbrados, y tiene que hacerlo por medio de un sonda.

Para que pueda llevar una vida normal, el niño actualmente de dos años requiere una costosa cirugía, la cual tendrán que realizarle en una clínica particular dado que el IMSS se ha desentendido del pequeño paciente.

Flor Luna Marín, madre de Rubencito, denunció que con el pretexto de la pandemia de Covid-9, el Seguro Social ni siquiera le presta atención médica y tampoco da seguimiento al padecimiento del infante.

Rubén nació el 13 de julio de 2019 en el hospital Juárez del IMSS, y ahí comenzó su lucha por sobrevivir. Al notar su condición, se le envió al Star Médica, donde estuvo varios días hasta que regresó al hospital del IMSS, donde luego de unos meses de atención le dieron de alta porque ya estaba encima la pandemia de Covid-19.

Una vez que egresó ya no lo volvieron a atender. A sus padres les han dicho que lo volverían a atender, incluso le harían la cirugía que requiere en el hospital La Raza de la Ciudad de México, una vez que haya semáforo verde, pero ya van casi dos años de pandemia y no se ve para cuándo se controlará el coronavirus.

A diario el pequeño Rubén necesita insumos que utiliza para poder alimentarse, como jeringas, sondas, leche y Pediasure de cualquier sabor, de preferencia en polvo porque su madre se lo agrega a las papillas.

Todo esto implica un fuerte gasto que a la familia se le hace difícil solventar. Debido a la enfermedad de Rubén, su madre Flor Luna Marín tuvo que dejar de trabajar. Gracias a diligencias que les hace a las vecinas obtiene algunos ingresos.

Alejandro Cervera Ek, papá del niño, trabaja en Misioneros de Guadalupe, donde no gana mucho, pero gracias a ese empleo tiene Seguro Social, aunque hasta ahora de poco les ha servido pues no le prestan a Rubén el servicio y la atención que requiere.

La necesidad de atención llevó a la familia a consultar en el Hospital de la Amistad México-Corea, donde han estabilizado al niño y gracias a las atenciones ha podido tener una mejor calidad de vida.

Antes de que consultara ahí, Rubén solo tomaba leche, pero el nutriólogo le aconsejó a la madre que le diera papillas a través de la sonda. Esto permitió que el pequeño se fortaleciera y ahora ya tiene fuerzas hasta para jugar.

“Cuando lo ven por primera vez piensan que es un niño sano, porque él juega, corre y se desenvuelve muy bien”, relata Flor Luna. “Una vecina no se había dado cuenta sino hasta que una niña con la que estaba estaba jugando Rubén fue a decirme que se le había salido la sonda”.

En el Hospital de la Amistad México-Corea la familia tiene que pagar la atención, ya que tiene Seguro Social. Si no estuvieran afiliados al IMSS sería gratuita.

Ahí fue donde conocieron al médico que va a operar a Rubén. La cirugía tiene un costo de 180 mil pesos y se haría en una clínica particular.

Para que se le pueda realizar, además del dinero, el niño tiene que ganar peso en un plazo de tres a seis meses, pues es una cirugía de alto riesgo.

Hoy la familia de Rubén pide apoyo para pagar esta operación, pues apenas les alcanza para solventar los gastos que implica la condición de salud del pequeño.

“Hasta con un peso que aporten para nosotros es una gran ayuda”, clama Flor Luna. “Yo quiero ver a mi hijo como los demás niños, sé que él puede lograrlo, pero hoy necesitamos el apoyo de la sociedad y de las autoridades”.

La situación es precaria para familia. Las jeringas que utilizan para alimentar al niño tienen un precio de 250 pesos. Deberían ser de un solo uso, pero la señora Flor Luna las reutiliza lavándolas y esterizándolas.

Las sondas tienen que ser cambiadas constantemente, cada dos o tres días, además de que Rubén utiliza pañales jumbo y a diario consume pediasure para tener una mejor alimentación.

La familia vive en la calle 35 número 714-A entre 88 y 90 de Bulevares de Caucel. Se le puede contactar al 999 958 4427, de la señora Flor Luna.

Si deseas hacer un donativo, puedes hacerlo a la tarjeta de Banamex número 5256 7827 3843 7790, a nombre de Jesús Alejandro Cervera Ek.

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