Rescatan saberes ancestrales y farmacias vivientes para empoderar a mujeres mayas

MÉRIDA.- Ancestrales conocimientos mayas sobre el uso de plantas medicinales se están rescatando y fomentando, para incorporarlos a subproductos de la miel, como parte del proyecto “Diversidad Biocultural de Abejas Nativas en el Estado de Yucatán”, afirma la bióloga Yariely del Rocío Balam Ballote.

La informante, encargada del “P.I.M.V.S. Tumben Kuxtal, A.C.” y quien está al frente de ese programa, financiado por la Fundación Yves Roches, señala que en México y Yucatán es arraigado el uso y aprovechamiento de las plantas para tratar diversos padecimientos.

Para evitar que la modernidad trunque la transmisión de esos saberes, que hasta ahora se ha hecho en forma oral de generación en generación, se documentan y promueven mediante ese proyecto.

En entrevista, subraya que entre los subproductos de la miel en los que incorporan propiedades medicinales están los jabones, cuya elaboración fomentan entre la población, sobre todo entre los meliponicultores.

“Una estrategia para la protección, conservación y reproducción de especies medicinales es la adecuación de espacios como jardines botánicos y farmacias vivientes”, expresa. “Esos sitios, a su vez, son un medio de información y difusión del conocimiento”.

La bióloga Balam Ballote, quien es maestra en Ciencias Naturales, subraya que en la Península de Yucatán, donde hay gran diversidad vegetal y cultural, lo mismo que en el resto del país, las plantas tienen múltiples usos.

A manera de ejemplo, citó: el chakaj (Bursera simaruba) se utiliza en las artesanías; el k’uxub o achiote (Bixa orellana), como colorante y alimento; el ox o ramón (Brosimum alicastrum), como forraje; el xa’an o huano (Sabal yapa), como material para construcción; el chukún (Havardia albicans), para leña; el hak ch’om (Bromelia karatas), como cerca viva y otras especies más, como el tajonal, (Viguiera dentata) son melíferas.

En cuanto a los usos medicinales, tres son los principales documentados: cutáneos, gastrointestinales y respiratorios. Las partes de las plantas que más se usan son hojas, ramas y raíces, pero también se recurre a algunas flores.

El proyecto se desarrolla en cuatro comunidades de Yucatán: Paraíso, Maxcanú; Nolo, Tixkokob; Progresito, Peto; y x-Can, Chemax. Hasta el momento, se han registrado 26 especies de plantas medicinales que representan a 21 familias botánicas. Una especie, el kulinsís o kulinché (Astronium graveolens), está incluida en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010.

Los jabones elaborados sirven como cicatrizante, para sudoración y salpullido, entre otras cosas. Algunas especies utilizadas en la elaboración de jabones son: ts’ermuy o saramuyo (Annona squamosa), xk’anaan (Hamelia patens), k’uulíinsíis (Astronium graveolens) y xjuntura abal o ciruela (Spondias purpurea).

Participan en el proyecto y en la parte del rescate de conocimiento de plantas medicinales el doctor Juan Tun Garrido, el biólogo José Adrián Cimé Pool, licenciado Samuel Canul Yah y el pasante de Arquitectura Johan Alberto Acevedo Herrera.

Los estudiantes que colaboran actualmente son los bachilleres Rodrigo Santiago Rodríguez Pérez Mosiño y Jesús Eduardo Cabrera Moo. Para realizar prácticas profesionales o tesis con abejas sin aguijón pueden contactar por WhatsApp a 9992441936 o al siguiente correo: [email protected]

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