[vc_row][vc_column][vc_column_text]En lo que va del año, en Yucatán ya se recuperaron cerca de 400 piezas precolombinas, algunas de ellas con una antigüedad de casi dos mil años, informó el Jefe de Trámites y Servicios Legales del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Yucatán, José Arturo Chab Cárdenas.
Aclaró que la mayor parte fueron piezas reintegradas a la nación, pues tan sólo en Izamal, una pareja de canadiense devolvió una colección de 287 objetos, de los cuales 179 resultaron originales.
Comentó que en 2016 fueron 150 los bienes recuperados y asegurados en decomisos, cifra superada de manera notable en los primeros 11 meses del año.
Explicó que la mayor parte de los objetos son bienes recuperados, lo que antes se conocía como donación, los cuales formaban parte de una colección de un particular.
“Los bienes arqueológicos nunca son susceptibles a la donación, ya que son patrimonio de la nación”, explicó en el marco del Cuarto Simposio de Cultura Maya Ichkaantijoo.
Mientras que en el caso de los aseguramientos por decomisos, comentó que es un operativo conjunto que realizan con la Procuraduría General de la República (PGR).
Ejemplificó el cateo efectuado el pasado 1 de febrero, en un predio ubicado en la calle 13 con 18 de Oxcum, comisaría de Umán, en el cual, al contar también con el apoyo de Secretaría de Seguridad Pública (SSP), la Policía Federal y el Ejército Mexicano se decomisaron 34 piezas arqueológicas, cuyo propietario extrajo de un sitio cercano.
“La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la Ley Federal Sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos y la Ley General de Bienes Nacionales, establecen que los monumentos arqueológicos, son propiedad de la Nación y a estos, se les ha impuesto modalidades de interés público quedando bajo la competencia de los poderes federales, por lo que la posesión, traslado y exhibición sin autorización del INAH, se encuentran penados como delitos de orden federal”, acotó.
Chab Cárdenas expresó que en los últimos años, el INAH Yucatán han realizados procedimientos para recuperar diversos bienes arqueológicos que se encontraban en riesgo por parte de los particulares, entre los que se encuentran los decomisos y la reintegración de la Nación por entrega-recepción.
Mencionó el caso de una pareja de canadienses, habitantes de Izamal, que entregó el acervo que tenía en su poder, el cual se componía de fragmentos en piedra de elementos decorativos (pilastras, cornisas y molduras), así como de objetos cerámicos de uso cotidiano, como cajetes trípodes, vasos y ollas de pequeño formato.
El análisis arqueológico arrojó la presencia de dos tipos de cerámica, una de origen maya, fechada entre los periodos Clásico Tardío (600-800 d. C.) y Clásico Terminal (800 – 1000 d. C.), y otra que provendría de Nayarit u otras regiones del Occidente mexicano.
Tras la recuperación de los bienes, se realizó un catálogo con información y fotografías de las 179 piezas, y después se procedió a inscribir cada una en el Sistema Único de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos y en los inventarios del INAH.
Cuestionado sobre el costo de los bienes recuperados y asegurados, aclaró que “es incalculable, ya que son piezas únicas”, y en cuanto al valor histórico, remarcó que es notable.
Otro de los bienes recuperados está el caso del Panel de Ichmul de Morley, el cual por más de 50 años estuvo en propiedad de un hotel del Centro Histórico de Mérida.
Asimismo, está el caso de “El enano de Tabi”, el cual formaba parte de la colección de una persona que vivía en el Centro Histórico de ésta ciudad capital, por lo que al fallecer el objeto fue recuperado por el INAH.
Lamentó que todas esas piezas arqueológicas fueran extraídas de su contexto, por lo que se perdió información valiosa, pues se desconoce a qué estructura estaba asociada, si fue el único objeto que ahí estaba, aparte de cómo es que de que llegó a manos de la persona que la tenía en posesión.
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