MÉRIDA.- La delegación de Profeco Yucatán se ha convertido en un foco de aglomeraciones a causa de las muchas denuncias que hay contra la CFE, principalmente.
Lo más grave del caso, denuncian usuarios que han tenido que ir a dichas oficinas ante los abusos de CFE, es que no solo se concentra gente, sino que van muchos que no guardan la sana distancia, además de que atienden a gente que va incluso sin cubrebocas.
Las oficinas carecen de gel antibacterial y otras medidas de protección, sin que la delegada Sisely Burgos Cano, tome cartas en el asunto.
Usuarios que nos reportan señalan que el personal atiende molesto, porque los hacen trabajar a todos pese a la cuarentena.
A diferencia de otros centros laborales de actividad esencial, a ellos los hacen trabajar a todos al mismo tiempo, incluso los obligan a hacer labores de alto riesgo.
Por ejemplo, los verificadores tienen que hacer “visitas” a funerarias donde incineran a fallecidos por Covid-19.
A la par de estas quejas recibimos denuncias de funerarias que lamentan que la Profeco haga visitas para buscar a fuerza motivos para cerrar las funerarias, pues hay “órdenes de arriba” para clausurar aquellas que cobran el precio Covid-19 de 6,500 pesos que incluye rápido velorio e incineración.
La mayoría de las cobran este precio son funerarias pequeñas y de zonas populares como Kanasín. Sin embargo, este precio accesible ha propiciado que otros clientes recurran a ellas, y las funerarias “caras” se quedaron sin servicios.
Respecto a las labores sin cuidar las medidas de prevención e higiene, la Profeco no es la única que no cumpliría pues hace unos días informamos del cierre de la delegación del Issste al detectarse casos de Covid-19, propiciados por la aglomeración de personas y la falta de sana distancia y otros previsiones.