Preocupa la ‘dejadez’ de Profepa y Semarnat ante el tráfico ilegal de aves

MÉRIDA, 5 de febrero de 2020.- Después del narcomenudeo, el comercio de animales silvestres es la actividad ilegal más redituable en México, afirmó la directora de la Asociación por los Derechos de los Animales de Yucatán (Aday), Rosario Sosa Parra, quien confirmó y lamentó que la desidia de las autoridades ambientales permita ese tipo de tráfico ilegal que se practica en el estado.

“El comercio ilegal deja mucho dinero, el más redituable son las drogas, y en segundo término está el tráfico de fauna, y lo peor de todo, si el ejemplar está en peligro de extinción, es mayor el precio y lo que gana el traficante, porque hay personas que lo pagan”, acotó.

La activista reprobó el uso de las redes sociales para la venta de especies protegidas de aves e incluso mamíferos endémicos de las selvas mexicanas, por lo que recomendó a la población que denuncie la cuenta, pues al menos Facebook tiene el compromiso de evitar el comercio ilegal de flora y fauna.

Lamentó la desidia de las autoridades ambientales, específicamente la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), pues a pesar de que este ilegal comercio se practica a vista de todos, no han hecho nada por intervenir pese a que podrían hacerlo por oficio al tratarse de graves delitos ambientales.

Rosario Sosa recordó que la captura, posesión y tráfico de especies protegidas es un delito federal que se castiga con hasta 12 años de cárcel y fuertes multas, pero aún así prevalece la ilegalidad tolerada por Profepa y Semarnat.

En nuestra edición de ayer informamos que en Facebook ya se detectó a diversos grupos de compra/venta de animales silvestres, tal el caso de “Periquitos y aves silvestres de Yucatán”, “Venta de aves de Motul y alrededores” y “Aves silvestres de Yucatán (pesca de aves)”, donde se ofrecen diversas especies como azulejos, chinchimbacales, cardenales, loros, guacamayas, búhos y yuyas, e incluso ejemplares de kinkajú, un mamífero carnívoro de las selvas mexicanas, conocido también como mico de noche.

Los grupos cuentan con más de siete mil miembros y también se ofrecen trampas, jaulas y alimento para aves. Quienes ponen en venta ejemplares como loros y guacamayas o el mico de noche piden que los interesados sean personas con solvencia económica, porque los ejemplares no son baratos.

Pese a que el tráfico de aves protegidas es un delito que se castiga con varios años de cárcel y fuertes multas, los promotores de estas prácticas ilegales actúan con total impunidad, incluso aseguran que tienen “papeles”, porque al parecer las autoridades ambientales le han perdido el interés al combate de estos delitos.

El desorden que priva en dependencias federales como la Semarnat y la Profepa, donde además de los recortes de personal hay falta de presupuesto, está permitiendo que delincuentes ambientales hagan de las suyas en redes sociales.

Hay que recordar que Yucatán fue designado por el presidente Andrés Manuel López Obrador como sede de la Semarnat, pero al parecer luego de la renuncia de Josefa González Blanco las cosas quedaron nada más en papel o solo de dicho, porque en la práctica nunca se había visto tanta “dejadez” de la Profepa y la Semarnat, lo cual preocupa a activistas y a defensores de los animales.

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