Piden más cursos de sensibilización y empatía en las instancias judiciales

Más allá de los cursos de capacitación para atender los problemas de violencia digital de género, lo que hace falta son talleres de sensibilización y empatía para los funcionarios públicos que atienden estas denuncias y que puedan superar las condiciones con las que reciben y responden a las víctimas, pidió Ligia Vera Gamboa, docente e investigadora de la Centro Investigaciones Sociales Dr. Hideyo Noguchi, de la Uady.

Al acudir al evento de la firma del convenio de colaboración para la lucha contra la violencia de género digital. Vera Gamboa detalló que, uno de los problemas más evidente es la falta de sensibilidad y reciprocidad de los funcionarios públicos con las víctimas, ya que, en muchas ocasiones, no reciben las denuncias, no hay una atención de protección a las personas afectadas.

El problema, dijo, no es saber o conocer una ley, sino ser humano y empático con la persona afectada, ya que, es altamente insensible la atención que se brinda en la mayoría de las ocasiones, que como sociedad se debe pensar, qué pasa después de una agresión o una afectación a una persona.

Es importante que, los funcionarios responsables de las áreas de seguridad atiendan los programas de prevención, ya que, la población más vulnerada son los jóvenes y adolescentes. Ya que, la violencia digital se extiende con mayor intención y no está debidamente definida cuándo y cómo se presente un hecho de violencia, entendiendo que, los mismos jóvenes han modificado esquemas de respeto en el lenguaje y sus mensajes de información y comunicación.

Por ello, la necesidad de la interacción, ya que hombres y mujeres pueden estar sujetos a ser violentados de manera digital y es preciso que se clasifique y determine los alcances y líneas desde donde se ejerce esta violencia, respondiendo a la condición de ejercer una mayor corresponsabilidad en la aplicación de la ley, abundó.

Es definitivo que son las mujeres quienes viven una mayor violencia digital, por ello, la necesidad de que la población atienda debidamente las recomendaciones que se aplican en el uso de las redes de comunicación y la garantía de su uso libre de violencia, declaró.

En preciso monitorear el avance de estos talleres, de los alcances que se reflejan en estos talleres y cursos inductivos que aplican para funcionarios, para que, las tareas de responsabilidad tengan un destino final y se pueda conocer, cifras, datos duros y se pueda conocer de resultados, manifestó.

Si se realizan cursos y capacitaciones, pero no se avalúan y miden los resultados, es posible que, todo quede en la firme intención de las buenas prácticas, pero no se conocerán los resultados, por ello, la determinación de responder con evaluaciones y resultados medibles para saber si funcionaron o no los cursos aplicados, añadió.

Una tarea es advertir si los agentes de la Fiscalía han comprendido los alcances de sus funciones, otra es, determinar desde qué instancia se deben aplicar y seguir estas denuncias y con ello aclarar muchas de las preguntas que se dejan al aire, muchas veces sin respuesta y donde se desconoce el alcance de cada problema social que se analiza.

Hacen falta protocolos claros, definidos, mucho más para conocer la realidad que se vive en las zonas urbanas y rurales, donde el sistema patriarcal es mucho más fuerte y se desconocen muchas de las condiciones que prevalecen a las denuncias que se realizan y sí, tienen un seguimiento, así como el resultado de estas denuncias, comentó.

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